Integrantes de las comunidades Charrúa de Entre Ríos y del Uruguay enviaron una nota a la cúpula de la iglesia católica exigiendo las disculpas públicas por los dichos de la ceremonia litúrgica en la cual el vicario Eduardo Tánger catalogó a los indígenas en la misma categoría que un virus o plaga. También dirigieron una nota a la ministra de Gobierno, Rosario Romero, donde advierten que lo expresado en esa misa fomenta “el odio y la discriminación contra la diversidad tan sustentada por este estado de derechos”, se indicó en un comunicado enviado a AIM. Piden que el Estado entrerriano se pronuncie “respecto a este atropello”.[{adj:85344 alignright}]
El 25 de junio pasado, en el día que la ciudad de Paraná celebró su aniversario, se llevó adelante una extravagante ceremonia en el atrio de la catedral metropolitana. Con la imagen de la virgen del Rosario en las escalinatas, el vicario general de la diócesis de Paraná, Eduardo Tánger llevó adelante un exorcizó de la pandemia de Covid-19 que actualmente azota a todo el mundo. Y en sus palabras en donde maldijo el mal, alentó también a los fieles a que pidan a la estatuilla aleje al Covid-19 “así como hizo el milagro alejando a los indígenas”, tal como se cuenta hizo el primer cura párroco de Paraná, Francisco Arias Montiel, al salir con la imagen en procesión para pedir por el fin de una sequía. Estas manifestaciones estimularon algún repudio de algunas organizaciones, y recientemente formalmente notas a los responsables institucionales religiosos y del Estado entrerriano. Se conoció así una nota girada por una decena de comunidades del pueblo charrúa donde se llamó a la reflexión a la iglesia católica y se observó al Estado provincial de los delitos infringidos por este acto autorizado a realizarse durante las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria, según pudo saber esta Agencia.
“Hemos realizado la presentación de una nota en la Arquidiócesis de Paraná donde exigimos una disculpa pública por los comentarios realizados, que debe ser urgente frente a los representantes de los Pueblos Originarios. Si eso no fuera posible por el aislamiento preventivo del Covid-19, solicitamos que se exprese en los medios masivos de comunicación provinciales. En plena vigencia de nuestros derechos presentes en toda la jerarquía normativa internacional, nacional y provincial y que le sugerimos conocerla para no caer en situaciones similares futuras”, indicaron desde los agrupamientos de Entre Ríos y la República Oriental Uruguay. “También hemos presentado la nota correspondiente a la ministra de Gobierno y Justicia de Entre Ríos, Dra. Rosario Romero, enunciando que debe expresarse públicamente respecto a este atropello. Creemos que tales manifestaciones promueven la intolerancia étnica, cultural y el exterminio sistemático y la invisibilización de nosotros como sobrevivientes de un genocidio, pero que aún habitamos en la actualidad en la ciudad y provincia. Las expresiones emitidas por representantes de la iglesia católica en Entre Ríos nos desconocen como sujetos de derecho”, señalaron.
Las comunidades de la región también llamaron a reflexionar. “No pueden tener discursos de odio, muerte, discriminación, o intolerancia que pueden mal interpretarse orientándose en actos de violencia no deseados contra nuestros hermanos indígenas”.
Por otra parte, desde el Programa de Interculturalidad y Pueblos Originarios de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) acompañaron el planteo de los integrantes de las comunidades de Entre Ríos en el repudio “ante semejante acto de discriminación y violencia”, se indicó en un parte de prensa. En un mismo sentido se expresó la Red Cultural y Patrimonial de Entre Ríos.
Sin acuso de recibo
Por su parte, el catolicismo de Paraná, en un comunicado reproducido por el portal Valores Religiosos, reprodujo un comunicado donde la diócesis afirma que “la intención de lo celebrado fue pedir que la Virgen ‘ayude a todos, creyentes y no creyentes, a sobrellevar esta prueba impensada’”, se indicó, sin aludir a las ofensas de Tánger.