El próximo 12 de mayo vence el actual régimen de biocombustibles que define los porcentajes de corte de los combustibles fósiles. Si bien el año pasado el Senado de la Nación consiguió la media sanción de su prórroga, la Cámara Baja está analizando una nueva propuesta impulsada desde el gobierno. Legisladores de Juntos por el Cambio y el Lavagnismo pidieron considerar todas las iniciativas sobre el tema.
Sin éxito para discutirlo durante el período de sesiones extraordinarias, ni tampoco en una reunión especial solicitada por la oposición que no obtuvo quórum, la Comisión de Energía y Combustible de Diputados realizó hoy su primera reunión informativa. Sin embargo, el debate se centró en el proyecto presentado semanas atrás por el diputado Omar Félix (FDT-Mendoza), que refleja el interés del Poder Ejecutivo de instaurar un nuevo régimen.
Del encuentro participaron representantes del sector, que, en su mayoría, mostraron un fuerte rechazo a la propuesta que propone reducir los cortes y reafirmaron el interés de que se prorrogue el régimen actual.
A pesar del interés del presidente de la Comisión, Omar Félix, por lograr un dictamen en la próxima reunión, diputados de Juntos por el Cambio y del Interbloque Federal anunciaron que no acompañarán una propuesta que se trate de forma exprés y reclamaron que deberían continuar las reuniones informativas, en las que se debatan todas las propuestas.
José Vicente Porta, presidente de la Cámara Industrializadora de Granos y Productores de Biocombustibles en Origen, abrió paso a las exposiciones y señaló que “bajo ningún punto de vista podemos bajar los cortes, no podemos dar un paso para atrás”. Agregó que los proyectos deben tener en cuenta a todas las voces del sector y requieren consensos.
Juan Carlos Bojanich, de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles, indicó que una baja en el porcentaje de cortes afectará a las plantas con capacidad ociosa. “Comprendemos que en situaciones excepcionales pueda reducirse, pero eso debe atender una compensación del precio por esa sobrexplotación”, dijo.
El presidente de Carbio, Luis Zubizarreta, adelantó que lo mejor sería prorrogar el régimen actual hasta tanto se puedan debatir todos los proyectos que están sobre la mesa, incluido el del diputado cordobés Carlos Gutiérrez, del cual participó la Liga de provincias productoras.
“La rebaja en los cortes no es la mejor estrategia por varios motivos. El más importante es el impacto ambiental. Argentina tiene un compromiso por el Acuerdo de París de cuidado del medioambiente. Los biocombustibles proveen una pata importante de ese cuidado”, argumentó.
Patrick Adam, presidente de la Cámara de Bioetanol de Maíz (Biomaz), dijo que el sector ha invertido 3.000 millones de dólares en 54 plantas industriales y que la propuesta del oficialismo bajaría la capacidad instalada a un 41 por ciento, ocasionando el cierre de muchas empresas.
Afirmó que el proyecto “contradice a Alberto Fernández, que dice que Argentina asume el compromiso de que el 30 por ciento de la matriz energética provenga de energías renovables; contradice a los legisladores del Frente de Todos que votaron de forma unánime la prórroga en el Senado, y contradice el apoyo de Kirchner a nuestro sector con la ley 26093”.
Hacia el final, en representación de Coninagro, Paulo Ares, propuso que el debate se amplíe también a las Comisiones de Agricultura y Ambiente.
Las claves del proyecto oficialista
El nuevo régimen tendría vigencia hasta el 31 de diciembre de 2030 y comenzaría a funcionar el mismo 12 de mayo, dejando sin efecto la ley 26.093 que funciona actualmente. Teniendo en cuenta que faltan menos de dos semanas, se espera que el oficialismo busque realizar un tratamiento exprés en las comisiones, y luego tener una rápida sesión en el recinto, siempre y cuando los votos acompañen.
El proyecto introduce nuevos porcentajes de corte a los acordados el año pasado en el Senado. “Todo combustible líquido clasificado como gasoil o diésel oil que se comercialice dentro del territorio nacional, deberá contener un porcentaje mínimo obligatorio de biodiesel de cinco por ciento”, dice el texto de la iniciativa. De esa forma se reduce en un cinco por ciento la propuesta original.
Además, avala a la Secretaría de Energía a elevar el porcentaje mínimo, según considere en función de la demanda, “o bien reducirlo hasta un porcentaje nominal del tres por ciento”.
En cuanto a las naftas, el corte seguirá siendo del 12 por ciento, aunque se introduce una distinción no menor: el bioetanol elaborado a base de caña de azúcar tendrá un porcentaje nominal de seis por ciento de mezcla mínima obligatoria, sujeto a variar en caso de escasez. Por otro lado, el bioetanol elaborado a base de maíz tendrá un porcentaje nominal de seis por ciento de mezcla, pudiendo reducirse a tres por ciento si se lo considera conveniente.
La propuesta incluye puntos en los que el oficialismo viene insistiendo en materia económica, como que el aumento de las cotizaciones internacionales afecta los precios internos. En este caso, el argumento es que los biocombustibles hechos en base a maíz y soja impactan en los surtidores, y por eso es necesario efectuar estos ajustes.
El proyecto establece además que “las empresas que produzcan y/o destilen hidrocarburos no podrán ser titulares o tener participación en empresas y/o plantas productoras de biocombustibles”.
En cuanto a la determinación del precio, la adquisición de las cantidades de biodiesel y bioetanol para el cumplimiento de la mezcla mínima obligatoria, deberá ser llevada a los precios que establezca la autoridad de aplicación, por parte de las empresas encargadas de las mezclas.
También se propone la creación de una “Comisión Especial de Biocombustibles”, de la que participarán los ministerios de Economía, Ciencia y Tecnología, Desarrollo Productivo, Ambiente, Agricultura, a cargo de estudiar y analizar las posibilidades del sector, formular propuestas y proyectos para la industria.
Por Fundación Barbechando, especial para AIM.