Ocho distritos irán a las urnas para renovar un tercio de la Cámara alta. El justicialismo y sus aliados pondrán en juego 15 de las 24 bancas en disputa. Cambios y alianzas en puerta en los PJ.
Entablar una estrategia común en los ocho distritos que elegirán senadores el año próximo. La iniciativa fue puesta sobre la mesa durante la cumbre del PJ bonaerense en la que participaron los principales caciques celestes tanto nacionales como de la Provincia. El año que viene, entre autóctonos y aliados, el peronismo pondrá en juego 15 de las 24 bancas que se renovarán en el recinto.
La Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Chaco, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur serán las jurisdicciones que renovarán escaños en la Cámara alta. Actualmente, entre sus dos bloques, el Frente Nacional Popular y Unidad Ciudadana, Unión por la Patria (UP) cuenta con 33 de los 72 legisladores.
Los partidos de la Coalición Republicana ratificaron que competirán bajo un lema común en las elecciones departamentales en Montevideo; Canelones y Salto.
El desafío será superlativo, ya que los mandatos que se vencen son los de los dirigentes que arribaron en los comicios del 2019, en los que Alberto Fernández ganó ampliamente en el país frente a Mauricio Macri.
Más allá de la idea de forjar una estrategia transversal para un peronismo que todavía intenta calibrar la brújula, muchas de las definiciones finales dependerán de las lógicas locales. Por ejemplo, en Río Negro y Salta gobiernan fuerzas provincialistas, que llegaron con respaldo de UP, pero que se alejaron de la liga tras el triunfo de Milei.
Del pelotón de provincias que elegirán senadores, solo dos gobernadores son celestes: el fueguino Gustavo Melella y el santiagueño Gerardo Zamora, cuyo reemplazo será electo en 2025. Ninguno de ambos pertenece al PJ. Melella proviene de Forja, una coalición de origen radical, históricamente aliada al peronismo; Zamora, en tanto, comanda el Frente Cívico por Santiago, un sello propio.
El factor Kueider en Entre Ríos y el juego de Perotti en Santa Fe
Uno de los distritos que votarán senadores el año próximo y que mayor interés despierta por la particularidad de la hora es Entre Ríos. Este lunes, el justicialismo provincial formalizó la expulsión de Edgardo Kueider del partido, como consecuencia de su arresto en Paraguay al intentar ingresar con u$s200 mil sin declarar. Casi en espejo, el peronismo intentará echarlo de la Cámara alta y quedarse con su banca, que actualmente pertenece al bloque Provincias Unidas.
En realidad, el pedido para desplazar a Kueider del PJ había surgido luego de que el senador apoyara la ley Bases, rompiendo con la posición orgánica del espacio. Los tiempos de su eyección se dilataron hasta esta semana, cuando el escándalo que tuvo al legislador como protagonista terminó por sellar su suerte. Incumplimiento de las obligaciones partidarias, inconductas, indisciplina y violación de principios y resoluciones de los organismos partidarios son las actitudes que se le imputan.
Acosado por las quejas en la demora en echar al dirigente de las filas peronistas, el titular del PJ entrerriano, José Cáceres, intentó poner paños fríos. "Atacarnos entre nosotros sólo le sirve al gobierno nacional y provincial, no darse cuenta de eso es estar nublados por el oportunismo y las ambiciones personales que, ante semejante estado de cosas, sólo habla de la pequeñez de alguna dirigencia", apuntó en sus redes sociales.
Similar escenario se da en Santa Fe. Allí, el exgobernador Omar Perotti fue clave para la sanción a la reforma constitucional impulsada por Maximiliano Pullaro. En concreto, Perotti desoyó la postura oficial del justicialismo y jugó sus propias fichas, negociando por su cuenta con el oficialismo, hecho que generó la furia del partido. La bomba cayó en las entrañas de un peronismo que todavía no logra reacomodarse tras perder la provincia en manos del frente Unidos para cambiar Santa Fe, en espejo a lo que ocurrió con Javier Milei en Nación.
Así las cosas, el PJ santafesino, comandado por Guillermo Cornaglia, convocó a una reunión para el viernes con el objetivo de, entre otros temas, analizar la conducta tanto de Perotti como de los tres diputados que le responden y que votaron a favor de la reforma constitucional. Se trata de Celia Arena, Marcos Corach y Sonia Martorano.
Provincialismos: incógnitas y posibles alianzas para el peronismo
Algunas de las principales incógnitas sobre qué lugar ocupará el peronismo en 2025 tienen que ver con los distritos gobernados por fuerzas provincialistas que hasta el 2023 fueron aliadas a UP. Salta es uno de ellos. El año próximo, la provincia renovará sus tres bancas en el Senado. El justicialismo pondrá en juego las sillas de Sergio Leavy y Nora del Valle Jiménez, ambas del bloque Unidad Ciudadana. El tercer escaño pertenece al histórico Juan Carlos Romero, de Cambio Federal.
Este año, el gobernador Gustavo Sáenz fue uno de los pilares del Gobierno en el Congreso. Incluso el presidente Milei lo agasajó con un asado en Olivos, junto a sus pares de Tucumán, Catamarca y Misiones. La elección de Cristina Kirchner al frente del justicialismo funciona como un dique para un eventual acercamiento de Sáenz, de formación peronista. El norteño apostaba a una victoria del riojano Ricardo Quintela en la compulsa interna.
Este fin de semana, la expresidenta recibió en el Instituto Patria a Soledad Troyano, consejera partidaria del PJ salteño. Al respecto, Troyano comentó al medio Aries que el año próximo habrá elecciones nacionales y locales en la provincia, y que "habrá una habrá redefinición de alianzas y frentes".
En Río Negro, retener las bancas en el Senado será un desafío tanto para el provincialista Alberto Weretilneck como para el peronismo. Actualmente, el gobernador cuenta con la legisladora Mónica Silva en la Cámara alta y aspira a sostener ese escaño. UP, en tanto, alista a Martín Doñate y Silvina García Larraburu, ambos encuadrados detrás de Cristina Kirchner. La irrupción de Milei, que ya logró oficializar a La Libertad Avanza (LLA) en la provincia, sumada a la amenaza de una alianza libertaria con el PRO ponen en riesgo a ambos.
Durante una entrevista reciente, Doñate se lamentó por el naufragio del acuerdo que el justicialismo y el oficialista Juntos Somos Río Negro alcanzaron en 2023 y anticipó que las candidaturas legislativas recién se definirán entre abril y mayo del año próximo. "Mi rol se definirá en abril o mayo. Hablar hoy de candidaturas es un despropósito", dijo al portal Río Negro.
El caso fueguino también merece atención. Aunque cursa su segundo mandato, Gustavo Melella no cuenta con alfiles propios en el Senado, por lo que intentará sumar un nombre propio para ganar poder de fuego en las negociaciones con Nación. Dos de las bancas de la provincia pertenecen al PJ: María Eugenia Duré y Cristina López. La tercera está en manos del radical Pablo Blanco.
Melella es uno de los mandatarios enfrentados con Milei. Sin embargo, su pertenencia a la coalición Forja, espacio minoritario en comparación a otras expresiones nacionales, lo llevan a tener que negociar recurrentemente con el peronismo. Mientras la reforma constitucional que impulsa está trabada en la Justicia, ya comenzó la danza de nombres para sucederlo en 2027. Ese juego tallará en las decisiones que se tomen el año próximo.