Desde el ambientalismo entrerriano repudiaron las políticas del Gobierno nacional en materia de ambiente, social ambiental y ecológica. “Indudablemente la presión y el lobby de los intereses de las grandes multinacionales van dejando una huella ecológica, social, ambiental, cultural en los territorios: extractivismo puro”, dijo a AIM el director ejecutivo de Eco Urbano, Horacio Enríquez.
Tras lo ocurrido en el COP 29: “Para nosotros es una vergüenza internacional, un papelón, que la Argentina, siendo un país que ya ha firmado los compromisos de la convención, el Acuerdo de París y ha sido refrendado ese compromiso, retire intempestivamente a su delegación; no hace sino confirmar un negacionismo hecho política de Estado de parte de la gestión nacional, alineado y haciendo mérito con el nuevo Gobierno de Estados Unidos, cuya característica también es la negación a esta crisis del sistema climático”, señaló Enríquez a esta Agencia.
Analizó que “en un contexto donde los eventos y los problemas vinculados al calentamiento global están llevando miles de vida en todo el planeta, sumado a la crisis de la biodiversidad y la contaminación, estamos hablando de una policrisis, con una pobreza global que es un escándalo civilizatorio, ver cómo nuestro país niega rotundamente la agenda de cambio climático, crisis climática, que lo institucionaliza a un modelo extractivista cuando plantea el Rigi, el Régimen de las Grandes Inversiones, entregando nuestro patrimonio natural, nuestros activos, nuestra naturaleza con todo lo que eso lleva: cultura, identidad”.
Por otro lado, para conectar la agenda, remarcó Enríquez, “Argentina fue el único país en el mundo que votó en contra de la resolución de Naciones Unidas sobre el derecho de los pueblos originarios, que hoy son fundamentales para poner en valor su diálogo con la naturaleza, sus formas de habitar, esos derechos relacionados con su propia justicia, con el ambiente, con sus creencias espirituales. Argentina fue el único país en el mundo que le niega los derechos a los pueblos originarios que han habitado nuestros territorios”.
Para Enríquez, “la reflexión es de alta preocupación porque nuestro país no puede oponerse a las políticas sobre mitigación, adaptación y resilencia frente al cambio climático, tenemos que exigir también nuestro derecho como país al desarrollo porque no todos los países son iguales de responsables, todos somos responsables pero en forma diferenciada, eso también es un acuerdo de la convención marco y tenemos que discutir esa transición y sobre todo la financiación en nuestros países en desarrollo de aquellos países que han venido contaminando. Salirnos de la convención y de los diálogos en este contexto no hace sino confirmar una política que niega totalmente el valor de nuestra diversidad biológica, de nuestros bosques, montes, suelo, agua, humedales”.
“Indudablemente la presión y el lobby de los intereses de las grandes multinacionales van dejando una huella ecológica, social, ambiental, cultural en los territorios: extractivismo puro”, enfatizó el ambientalista y agregó: “Por eso más que nunca reivindicamos la necesidad de ser responsables con las generaciones futuras. Tenemos un derecho constitucional a tener un ambiente sano, pero también el debe de preservarlo para que las futuras generaciones tengan el mismo derecho que hoy tenemos que satisfacer sus necesidades. Hoy repudiamos las políticas del Gobierno nacional en materia de ambiente, en materia social ambiental y ecológica”, concluyó Horacio Enríquez.