En octubre serán 20 años del paso del intendente Emilio Martínez Garbino a Fray Bentos para expresar la preocupación del pueblo gualeguaychuense sobre la llegada de las pasteras. “Fue el primer gesto público, político y social hacia Uruguay”, recordó a AIM Juan Veronesi, integrante de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguayhú (Acag).
El 4 de octubre de 2003 se cumplirán dos décadas del paso del puente General San Martín hacia Uruguay para expresar públicamente la preocupación frente a lo que se anunciaba en aquel momento de la llegada de la pastera Ence. Fue el intendente Emilio Martínez Garbino y el pueblo de Gualeguaychú el que cruzó a Fray Bentos.
“Estamos a dos décadas de la primera advertencia de Gualeguaychú sobre la instalación de la planta y de ese proyecto que tenían de convertir la cuenca en una zona de plantas de celulosa. Incluso mencionaban, en aquel momento, lugares que después se dejaron de lado”, recordó el activista a esta Agencia.
...acá hay un daño ambiental, por un lado, y, por el otro, económico y social; ya que vienen multinacionales, se llevan todo y lo dejan la contaminación.
Juan Veronesi, integrante de la Acag.
En ese marco, lamentó que, a pesar de las diferentes acciones, se concretó UPM1, UPM2 y Montes del Plata. Sin embargo, destacó la movilización social y la conciencia que generó en la región la lucha de la Acag: “Con errores o aciertos fue el planteo básico que seguimos manteniendo de que esas empresas tienen que ser beneficiosas para el ser humano y el medio ambiente. O sea, en nuestro territorio debemos defender los bienes que son nuestros y que son para el beneficio, en primer lugar, de los habitantes de esa zona. Ese es el planteo que queremos hacer y reivindicar aquel gesto, que en cierta medida lo tomamos como el inicio de la lucha antipastera que tuvimos acá”.
Para el Veronesi, actualmente Uruguay exagera los beneficios económicos de las plantas, ya que las empresas multinacionales que producen la pasta de celulosa y la exportan “logran grandes dividendos, pero no así el pueblo, que si bien en la época de la construcción hubo muchas fuentes de trabajo después eso desapareció y quedó un pequeño número de operarios contratados (con tecnologías que no aportan muchas fuentes de trabajo para personas). Es decir, acá hay un daño ambiental, por un lado, y, por el otro, económico y social; ya que vienen multinacionales, se llevan todo y lo dejan la contaminación”.
Grito Blanco
En ese marco, “a 20 años de esa circunstancia, se realizará el 4 de octubre el Grito Blanco, para que los niños y jóvenes puedan expresar su protesta contra la contaminación y reiterar sus pedidos y exigencias a los adultos y a las autoridades en defensa de su futuro”, dijo el activista, quien comentó que la jornada “tendrá un objetivo especial recordando aquel primer gesto público, político y social que vivíamos en Gualeguaychú hacia Uruguay”.