Plougastel, un pequeño pueblo en la región francesa de Bretaña, está ofreciendo un premio de 2.250 dólares a quien pueda descifrar una inscripción de 230 años de antigüedad, grabada en una piedra cercana.
Descubierta hace apenas unos años, la misteriosa roca se encuentra en una cala accesible solo durante la marea baja. Presenta 20 líneas de escritura en un «lenguaje» que hasta ahora nadie ha podido descifrar; dos años (1786 y 1787); así como imágenes talladas de un barco con velas y timón, y un corazón sagrado.
Los académicos locales han estado luchando para descifrar las antiguas imágenes desde hace algún tiempo, pero hasta ahora todo lo que han encontrado son teorías. Algunos creen que la escritura puede ser en antiguo bretón o vasco, mientras que otros piensan que quien lo haya tallado en la losa de la roca puede haber sido semi-analfabeto.
"Hemos preguntado a historiadores y arqueólogos de aquí, pero nadie ha podido descifrar la historia detrás de la roca», dijo Dominique Cap, alcalde de Plougastel. «Así que pensamos que tal vez en el mundo hay personas que tienen el tipo de conocimiento experto que necesitamos». En lugar de permanecer en la ignorancia, pensamos en lanzar una competencia».
El pueblo de Plougastel ahora ofrece USD 2.250 a quien logre descifrar el mensaje de 230 años. Lingüistas y arqueólogos están invitados a registrarse para el desafío, llamado «El misterio de Champollion en Plougastel-Daoulas» (en honor de Jean-François Champollion, quien descifró los jeroglíficos de la Piedra Rosetta), y se les enviarán fotos de la inscripción. Cientos de personas ya se han anotado.
Una sección de esta inscripción alucinante dice «ROC AR B … DRE AR GRIO SE EVELOH AR VIRIONES BAOAVEL», mientras que otra dice «OBBIIE: BRISBVILAR … FROIK … AL». Si algo de eso te suena familiar, tal vez deberías llamar a la oficina del alcalde de Plougastel e inscribirte en este intrigante desafío.
Los lingüistas y entusiastas de los códigos deben tener en cuenta que la inscripción también presenta caracteres Ø de estilo escandinavo, así como letras al revés e invertidas. Cosas como estas son las que han convencido a algunos expertos de que la inscripción fue grabada por una persona semi-analfabeta, que escribió los sonidos de las palabras cuando las escuchó.
Las inscripciones a este inusual desafío terminan en noviembre, después de lo cual un panel de expertos seleccionará la interpretación más plausible, y determinará el ganador del premio.