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Política
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Investigar es Trabajar

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Investigar es Trabajar

La Asamblea Nacional de Becarios, que reúne a las distintas organizaciones de investigadores de todo el país y de los distintos organismos de Ciencia y Tecnología y universidades nacionales, se conformó durante el Aspo con el objetivo de coordinar la lucha por distintas reivindicaciones del sector científico y para reclamar por el derecho a la continuidad laboral de más de 1500 investigadores en formación. Producto de esta organización nacional, “es que conseguimos prórrogas para la gran mayoría de los compañeros por lapsos de entre tres o cuatro meses según el caso”, dijeron a AIM desde Jóvenes Científicos Precarizados.

En los casos de Conicet y Agencia, esta prórroga toma la forma de un subsidio por la cual desvinculan a los trabajadores de los organismos y los dejan aún en una situación más precaria, con una quita del 30 por ciento sobre los salarios, que hace que no lleguen a cubrir siquiera el costo de la canasta básica (según los números oficiales).

Por otro lado, este subsidio no es automático: para acceder a él hay que atravesar una nueva instancia de evaluación con más restricciones que las establecidas en el reglamento de becas (por ejemplo, la cantidad de horas de docencia permitidas por el subsidio es menor que las permitidas por Conicet). Como si eso no bastara, el subsidio exige exclusividad, por lo que nos obligan a vivir con un monto que no supera la línea de pobreza.

No obstante, “consideramos que si bien lo conseguido no termina de solucionar los problemas que tenemos los becarios (ni siquiera el problema de la continuidad laboral bajo la pandemia), es un gran avance que se alcanzó gracias a la lucha y particularmente, al incremento en calidad organizativa que nos dimos a partir de la propia Asamblea Nacional”, destacaron los científicos en un docuemento al que tuvo acceso AIM.

“Estamos convencidos que, si no hubiera sido por este proceso, el destino de los compañeros hubiera sido muy distinto y hoy estaríamos frente a un escenario desesperante con centenares de compañeros sin ningún tipo de ingreso”, remarcaron.

A partir de que, con muchísimo esfuerzo, “logramos romper el cerco mediático y nuestro reclamo adquirió relevancia en los medios de comunicación nacionales y proviniciales, las patronales lanzaron su propia contra-campaña con declaraciones como “No estamos echando a nadie, las becas son a término” y destacaron el “gran esfuerzo presupuestario” que hizo el organismo (en este caso, habla del Conicet), como si la continuidad laboral en tiempos de pandemia fuera una dádiva y no un derecho”.
A esta campaña, recientemente y de manera lamentable, se ha sumado uno de los miembros de la mesa nacional del gremio ATE Conicet, quien declara que “la palabra despido no está bien utilizada porque las becas en verdad se cortaban el 31 de marzo”.

En ese sentido, reproducen el discurso de la patronal para la cual la continuidad laboral bajo la pandemia no es un derecho sino nuevamente una dádiva y justifican que año tras año, profesionales altamente calificados con años de formación financiada por el estado queden fuera del sistema.

Por las razones antes enunciadas, “hoy como Asamblea Nacional de Becarios repudiamos estas declaraciones y afirmamos: ¡Investigar es Trabajar! Los becarios conformamos la base del sistema científico y sin nosotros no existiría la ciencia en el país (ni en el mundo)”, remarcaron los trabajadores a AIM.

La beca encubre una relación laboral de dependencia donde “se nos exige el cumplimiento de un horario de 40 hs semanales y exclusividad (no podemos tener otros trabajos con la excepción de un único cargo docente de dedicación simple). Por eso nos reconocemos como trabajadores precarizados a los que se nos niegan derechos laborales básicos como licencias por enfermedad, licencias reales por maternidad, paternidad u obra social (en algunos casos completamente y en otros no es extensible a nuestro grupo familiar)”.

“Los pocos derechos de los que gozamos los conseguimos tras una lucha histórica. Ningún gobierno nos regaló nada. La patronal nos responde que nosotros sabemos en qué fecha nos vamos a quedar sin ingresos, como si fuera posible organizarnos individualmente para evitar quedar en la calle, sin embargo, ni siquiera esto es cierto dado que los criterios de evaluación a los que debemos someternos para poder continuar dentro de los organismos cambian año a año, nunca se publican e incluso nos niegan la posibilidad de tener veedores gremiales en dichas instancias de evaluación”, agregaron.

Como la beca exige exclusividad y no hay forma de preveer cómo los van a evaluar hasta el día que se presentan los resultados, “no podemos tampoco buscar otro trabajo hasta que estemos en la calle sin cobrar. Esta situación, obviamente, se vuelve mucho más grave bajo la pandemia, pero la excede”.

Por eso, los becarios existen la incorporación en un convenio colectivo de trabajo, plenos derechos laborales, instancias de evaluación transparentes con presencia de veedores gremiales, verdaderas licencias por cuidado, maternidad/paternidad y enfermedad-con sus correspondientes prórrogas-, elementos de trabajo para realizar nuestras tareas de manera virtual en aquellas tareas que así lo permitan, recomposición salarial, prórroga de todas las becas por un año y aumento de presupuesto de emergencia para que nadie se quede afuera del sistema.

Conicet Becarios

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