La Unión Tranviarios Automotor (UTA) fijó el 12 de julio como fecha para llevar adelante medidas de fuerza con movilización en todo el país. Fue tras el fracaso de las negociaciones paritarias en la Secretaría de Trabajo de la Nación con los representantes empresariales de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap). El gremio de los choferes igualmente abrió un lapso para obtener una propuesta. “Las empresas dicen que no tienen dinero suficiente para pagar y esto es por la disposición del Gobierno Nacional que desde octubre del año pasado bajó al 50 por ciento el envío de los subsidios”, señaló a AIM secretario General de UTA en Entre Ríos, Carlos Dittler. [{adj:37450 alignright}]
Desde hoy y por un lapso de cinco días, trabajadores del transporte de colectivo y patronal tienen oportunidad para destrabar una huelga general de choferes definida para el viernes de la semana que viene. “Al no obtener respuestas, el Consejo Directivo nacional decidió un paro”, confirmó el dirigente gremial entrerriano a esta Agencia. Asimismo, aclaró que el “cuarto intermedio” para encontrar una solución fue a instancia del sindicato, ya que están vencidos los plazos de la conciliación obligatoria. “Las paritarias están muy cerradas, desde marzo estamos frenados”, recalcó Dittler
Sobre el estado de situación, el secretario General de UTA Entre Ríos dijo que “las empresas dicen que no tienen el dinero suficiente para pagar y esto es por la disposición del Gobierno Nacional que desde octubre del año pasado bajó al 50 por ciento el envío de los subsidios. Y estos fondos se distribuyen a través de las provincias por los fondos coparticipables a los municipios y de ahí a las empresas. En todo este cambio esa coparticipación está desvirtuada, porque allí están los dinero para el pago a los trabajadores. Esto es un camino sin salida si no hay revisión de este sistema. Es una irresponsabilidad del gobierno nacional para con los trabajadores y más con los del interior del país”, fustigó.
El origen del problema
Dittler apuntó que con la quita de subsidios nacionales comenzó el descalabro, y que sus pares en la conducción nacional de UTA han propuesto regresar al anterior sistema. Sin los subsidios, apuntó, un boleto de colectivo tendría que costar entre los 65 y 70 pesos. “Ese es el valor real del boleto”.
“Con los subsidios, Néstor Kirchner, salvó la situación” de falta de rentabilidad de las empresas, recordó. Si bien admitió que la mayor responsabilidad la tiene el sector empresario, la paradoja subyace en que si no hay una asistencia no hay empresas que puedan prestar el servicio de forma rentable. De todos modos reconoció que la antigua metodología no pudo resolver el problema por el cual los aportes realizados al sistema de transporte público de pasajeros se ejecutaban por “pasajeros transportados”. En este esquema, entiende el dirigente gremial, se perjudica a las provincias, que cuentan con menor capacidad de carga y son los más necesitados de ayuda. “El mayor tráfico lo tienen Buenos Aires, y por eso recibe más ayuda”, comparó.
“Si se mira solamente a Capital Federal y no el interior del país esto no es federalismo; esto es marginar a una gran parte de la población”, afirmó, sosteniendo la idea la propuesta de retrotraer al sistema al esquema de subsidios anterior “para no resentir el bolsillo de los trabajadores y afectar a todos los que usan el transporte de pasajeros”, planteó.
Dittler finamente afirmó que UTA se reconoce “opositor ideológico del gobierno nacional, pero esto va más allá, porque es política muy perversa con los trabajadores”.