Por motivo del paro convocado para este lunes por la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT), los empresarios locales realizaron en diferentes puntos de la provincia un persianazo. Este consistió en el cese de atención al público durante la jornada, y fue convocado por diferentes organizaciones del sector. Manuel Gabás, integrante de la Asamblea de Pequeñas y Medianas Empresas (Apyme, una de las convocantes), explicó que “el mercado interno está atacado tanto por la crisis interna como por la competencia feroz”.
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Según contó Gabás, “Apyme, conjuntamente con otros centros empresariales, se adhirió al paro porque está en contra del modelo económico del Gobierno nacional”. Así, desde los diferentes sectores que nutren la economía doméstica, “se busca un cambio de dirección del modelo de país, para que se adopte una política haga crecer el mercado interno”.
“El sector exportador aporta menos del 20 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI)”, recordó el comerciante, y comparó con el hecho de que “lo que mueve el amperímetro del crecimiento es el mercado interno, del cual el Gobierno local solo habla pero no genera políticas para su crecimiento”.
Fue entonces en rechazo a tal panorama que los comercios e industrias de Entre Ríos se adhirieron al paro durante toda la jornada con un persianazo. A este respecto, Gabás contó que “algunos locales trabajaron a puertas cerradas, o solo lo hicieron los dueños y sus familias”.
“El objetivo del persianazo es que el Gobierno tome conciencia de cómo perjudica el libre mercado a la producción interna, porque está creando un contexto en el que solo se destacan las empresas competitivas, es decir, aquellas que puedan exportar. Pero, para competir bajo esta lógica, se necesitan políticas de Estado a largo plazo, que permitan a las pymes acomodarse a sus reglas de juego”, manifestó.
Y sintetizó: “La industria está atacada por dos frentes: por la demanda, que cada vez es menor, y por la competencia feroz”.
Reparto desigual
Gabás realizó además una lectura coyuntural sobre este reparto desigual de capitales. Explicó que “las políticas actuales están perjudicando a 10 millones de asalariados y a más de un millón de monotributistas argentinos, a la vez que benefician a un sector muy minoritario de corporaciones”.
“Llama poderosamente la atención aquellas estadísticas oficiales que marcan un crecimiento de la industria, a la vez que el sector textil, por citar un ejemplo, no obtiene siquiera el 50 por ciento de anteriores producciones, y similar situación ocurre en las áreas de calzado, juguetería, marroquinería y plásticos”, analizó.
En este contexto, alertó que “son tan grandes los beneficios de las corporaciones (donde empresas como Transener ven crecer su patrimonio neto en un 60 por ciento durante un mismo año), que sus ingresos compensan la caída de las miles de pequeñas industrias que cierran".
Así, puntualizó que “una cosa es de lo que se habla, y otra es la realidad económica”: “Las empresas industriales vienen dando pérdidas en un 90 por ciento, mientras que solo crecen aquellas que tienen alguna pata en el exterior, o que cuentan con oficinas de comercialización que les permite compensar las pérdidas en el mercado interno con las ganancias de la exportación”.
“Pero las pymes no exportamos; vivimos por y para la actividad del país, porque además debe recordarse que es el sector que más mano de obra produce”, manifestó.
Y cerró su reflexión: “Cuando caen las ventas, tanto en el comercio como la industria, se hace difícil todo: comer, pagar impuestos. Pero cuando el mercado interno crece, la situación molesta menos. Naturalmente, hay diferentes opiniones respecto a la situación actual, pero todos coinciden en la importancia de cuidar el mercado interno. Si mejoran los sueldos de este sector, todo lo demás sube.”
“Por eso, el persianazo buscó mostrar su apoyo hacia el sector asalariado, porque el empresario pyme y los trabajadores son dos caras de una misma moneda”, puntualizó.