La Unión Cívica Radical (UCR), “con esta dirigencia rastrera e indigna, entró en vía de extinción”, afirmó a AIM el abogado y reconocido militante de la Unión Cívica Radical (UCR), Rubén Pagliotto, quien señaló: “Están llevando adelante un ‘radicalicidio’ imperdonable”.
La media sanción del proyecto de Ley Base con el acompañamiento del radicalismo, generó fuertes críticas al interior del centenario partido. Unas de las voces que más fuerte suena es la de Pagliotto, quien indicó a esta Agencia que la aprobación del proyecto en la Cámara Baja “inició el camino hacia el inexorable fracaso argentino”.
“Pensé que algo entenderían y que este paquete absurdo y armado en función del capital concentrado, no llegaría a ser aprobado en la Cámara de Diputados. Se nota que no aprendieron nada de la historia. En fin, un día de mierda”, dijo el dirigente radical.
En ese marco, señaló que siente que Entre Ríos marcha por el mismo camino: “Me considero, sin duda ninguna, en la vereda de enfrente. Pasaron ya casi cinco meses y no hubo un sólo atisbo de intentar una opción distinta. Eligieron el camino del subdesarrollo y la disolución social. Ni siquiera respetaron los mejores valores de la UCR, y menos que menos respetaron la memoria de Illia y Alfonsín. Y lo peor de todo es que se borran y no se animan a fundamentar nada de lo que votaron con solvencia y fundamentos coherentes”. En ese sentido, parafraseó a Moisés Lebensohn: “Hay muchos radicales que no son afiliados y muchos afiliados que no son radicales”.
“Qué indignación, tristeza profunda y desazón me provoca que la UCR, con todo lo que ello significa, haya acompañado una vergonzosa y antipopular Ley como la votada el 29/94. Sólo cuatro abstenciones, y ni uno sólo de los legisladores entrerrianos del radicalismo se opusieron”, precisó y agregó: “Este partido así, con este grado de sumisión local y nacional al PRO y al rejunte de Javier Milei, no tiene ningún destino, y más temprano que tarde, de no reaccionar con decisión y dignidad, quedaremos reducidos a ser un partido testimonial, sin autonomía ni posibilidad ninguna de volver a gobernar. Ni siquiera se protegió el banco de datos genéticos, con todo lo que Raúl Alfonsín hizo por los Derechos Humanos; ¡Cuanta indignidad y traición a principios fundacionales!”