Para Alejandro Di Palma y Rubén Pagliotto, la celebración de una victoria peronista en Entre Ríos “está inscripta en una manipulación de la percepción de la realidad llevada adelante a través de una prensa dependiente”.
Luego de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, donde Juntos por Entre Ríos logró el 45,76 por ciento y Más para Entre Ríos el 38,25 por ciento, Pagliotto y Di Palma consideraron que las declaraciones de oficialismo niegan lo que pasó: “Contar otra versión de las cosas o mentir sobre algo que sabemos que es verdad, son algunos ejemplos del llamado ‘gas lighting’, que es la principal dinámica del abuso psicológico, caracterizado por manipular la percepción de la realidad. Es, de esta forma, como la persona abusadora puede manipular de forma consciente o inconsciente a su víctima para que dude de su propio criterio”.
En ese sentido, precisaron que el método “suele ser progresivo y se basa en el refuerzo y repetición de mensajes que logran que la otra persona termine por dudar de sí misma. Un día después de las Paso, parecería que gran parte del arco político entrerriano tiene, de la mano de la repetición sistemática de mensajes victoriosos, curiosos motivos para celebrar”.
“Con un peronismo que (por primera vez en la historia) termina tercero en una elección y una fuerza política extremista que luce muchísimo menos sólida que en el resto del país, se pretende esconder un dato realmente relevante: dentro del desastre electoral nacional de Juntos por el Cambio, Entre Ríos es uno de los tres enclaves provinciales donde esta fuerza sacó ventajas”, señalaron y destacaron: “Efectivamente fueron diez puntos los que separaron a JxC de un peronismo que pretende celebrar, de la mano de una prensa colonizada, una ventaja de los 1.000 votos de diferencia entre Adán Bahl y Rogelio Frigerio, sin embargo, los números mandan”.
“Aunque la sorpresa fue (Javier) Milei, hay que decir que, de la mano de un curioso candidato piantavotos (Etchevehere), ‘La libertad avanza’, no avanzó tanto como pudo hacerlo en el resto del país, ya que en Entre Ríos se tuvo que conformar con un distante tercer puesto”, precisaron.
En ese marco, consideraron que “el peronismo, de la mano de un alcalde ‘desconocido’, militando con su ascendencia tirolesa con el bandoneón como única herramienta, se vio obligado a celebrar eufóricamente una derrota por diez puntos, sosteniendo haber ganado (por 1.000 votos) una elección personal, siendo que se venía publicitado una victoria indiscutible del peronismo fundada en el reconocimiento de una gestión ganadora varias veces de un extraño ‘premio a la transparencia’, algo que la gente parecería no haber valorado”.
La celebración de una victoria peronista en Entre Ríos “está inscripta en el marco de este fenómeno del ‘gas lighting’, una manipulación de la percepción de la realidad llevada adelante a través de una prensa dependiente económicamente de la pauta oficial. Debemos señalar que la repetición de estos mensajes sobre una victoria del peronismo entrerriano en las elecciones de ayer, persiguen como único objetivo la manipulación de la realidad, resultan un atentado contra el criterio de la sociedad. Solo debemos agregar que, el único premio al que podría acceder este peronismo con su inmenso extravío, es el ‘caramelo de madera levemente espolvoreado con azúcar impalpable’”.