El pediatra del Garrahan Ricardo Russo fue condenado a 10 años de prisión por la tenencia, producción y distribución de imágenes de abusos sexuales de menores. Además, la Justicia determinó su inhabilitación perpetua para ejercer la medicina. Y le revocó la prisión domiciliaria, por considerar que existe peligro de fuga. De esta manera, Russo quedó detenido.
Así lo decretó el juez en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad Gonzalo Rúa, que lo encontró culpable en cuatro hechos autónomos, que consideró agravados por la enorme cantidad de imágenes pornográficas de chicos que atesoraba el exjefe de Inmunología y Reumatología del hospital de niños.
"Estoy sorprendido por las conclusiones a las que usted ha arribado, especialmente en lo relativo a la producción. Nunca se me pidió en este juicio que yo explicase cada una de las imágenes. Nunca manifesté ni demostré voluntad de fuga, siempre me mantuve a derecho, siempre colaboré en cada punto que tuve que intervenir desde que comenzó la causa. Desearía seguir en mi domicilio hasta que la sentencia quede firme", dijo Russo tras la condena, antes de que le fuera revocada la prisión domiciliaria.
Por su parte, la fiscal Daniela Dupuy lució conmovida por el resultado del juicio. Una vez que concluyó la lectura de la sentencia y, sobre todo, luego de que el juez Gonzalo Rúa revocara la prisión domiciliaria, saludó a tres allegados e incluso se permitió una leve pero perceptible sonrisa.
Ayer, después de los alegatos de las partes, Russo había sostenido ante los medios de comunicación que es inocente. "No digo que soy inocente: soy inocente. El juez me da mucha tranquilidad", había dicho el pediatra al salir de la sala de audiencias, en Beruti al 3300. Además, afirmó que los padres de sus pacientes saben que no hizo otra cosa que "una buena medicina y de forma transparente".
En su alegato, la fiscal Dupuy había solicitado que el médico sea condenado a diez años de cárcel. "Me aterra pensar en cuántos niños pasaron por el consultorio de Russo", había afirmado durante su exposición la representante del ministerio Público porteño.
El flamante fiscal general de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques, destacó el trabajo de la fiscal Dupuy, a cargo de la Unidad Especializada en Delitos Informáticos de la Ciudad, y del Cuerpo de Investigaciones Judiciales. (CIJ).
"En la Justicia porteña contamos con un sistema procesal que hace que la causa no se dilate en el tiempo. A diferencia de la justicia nacional, la investigación recae sobre el fiscal que cuenta con un plazo determinado para recolectar las pruebas del caso y presentarlas al juez para que dicte la sentencia por medio del juicio oral", sostuvo Mahiques.
Hasta el día de su detención, 28 de mayo pasado, Russo se desempeñaba como jefe de Inmunología y Reumatología del hospital de Niños Juan Garrahan.
Uno de los momentos más tensos de la audiencia fue durante la explicación que dio la fiscal con respecto al material que producido por Russo en su consultorio con pacientes de seis, siete y ocho años. Dupuy afirmó que durante esas consultas "no era necesario tomar las fotografías de las niñas desnudas", lo que fue corroborado por testigos durante la etapa de producción de pruebas testimoniales del juicio.
"¿Hacía falta enfocar los genitales para retratar la evolución de una rodilla?", cuestionó Dupuy. "A esta altura estoy en condiciones de decir que las niñas menores de 12 años eran la obsesión de Russo", continuó la fiscal. "Me llama la atención que, siendo médico reumatólogo, en menos de un año pueda detectar somatologías que ameritaban sacar fotografías de las partes íntimas de sus pacientes; además, pudimos establecer una correspondencia absoluta entre el material que consumía y el que producía".