En el marco de la operación “Luz de infancia III”, por la que detuvieron a Ricardo Russo, el pediatra del hospital Garrahan acusado de producir y distribuir pornografía infantil, hay otros 40 argentinos que fueron identificados y que están siendo investigados. Son de Buenos Aires y de 11 provincias. Este grupo de sospechosos, que interactuaba a través de softwares como redes P2P, llegó a intercambiar casi 500 mil archivos de pornografía infantil. Russo es el único sobre el que, hasta el momento, se confirmó el delito de producción, que prevé penas de hasta seis años de cárcel.
“El 20 de agosto del año pasado, la Secretaria Nacional de Seguridad Pública de Brasil alertó sobre 83 usuarios que intercambiaban pornografía infantil en nuestro país. Eran 490.960 archivos con este tipo de contenido que compartían a través de redes P2P, en este caso, de eMule, una plataforma que se usaban mucho hace unos años para bajar videos o música. Lo hacían utilizando determinadas palabras claves con las que accedían a descargar este material”, explicó el director del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal, Enrique Del Carril.
La investigación arrojó que detrás de esos 83 usuarios estaba Russo y otros 40 argentinos. “Hay personas de Capital y Provincia de Buenos Aires, también de Catamarca, Chaco, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Rio Negro, Santa Fe y Santiago del Estero”, detalla Del Carril. A diferencia de Russo, en el resto de los casos no se pudo comprobar la producción de pornografía infantil por lo que, hasta el momento, enfrentan cargos por “distribución”. A su vez, “no están en contacto con niños por su trabajo”, cuenta el referente del ministerio Público Fiscal.
Aunque aclara que la situación de los 40 argentinos puede cambiar en cualquier momento. “Se está analizando el material que se secuestró durante los allanamientos realizados con ayuda de Gendarmería Nacional el 22 de noviembre pasado. Hay que ver si se encuentran pruebas para vincular a esta gente con otros delitos”, agrega Del Carril, sobre la posibilidad de detectar que, por ejemplo, hayan filmado a chicos.
En tanto, el viernes por la noche se realizó un allanamiento en el Garrahan con colaboración de las autoridades del hospital, que se presentaron como querellantes. De allí, confirmó Del Carril, se secuestraron dos CPU que utilizaba Russo. Aún no se sabe si hay imágenes o videos de niños en esas computadoras ya que, para abrirlas, esperan que el pediatra decida si quiere que participe del procedimiento un perito de parte. También se llevaron documentación del médico y se revisó su auto.
Russo tiene 55 años y se formó en Estados Unidos y Canadá. Trabajaba en el Garrahan desde 1996. Llevaba 11 años como jefe del servicio de Inmunología y Reumatología.