El secretario provincial de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), Mauro Rossi, celebró la presentación en Buenos Aires la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep), que busca institucionalizar el trabajo que realizan los economistas populares. En Entre Ríos hay alrededor de 6000 familias vinculadas
En el micro Estadio de Ferro, más de 3mil delegados de todo el país representando a más de 400.000 trabajadores de la economía popular, dieron un paso firme en la institucionalización de la Utep.
“Desde hace más de tres años se trabaja en la reivindicación del derecho de los trabajadores de la economía popular y con el encuentro se demostró la voluntad política de avanzar en la sindicalización”, afirmó a AIM Rossi, quien remarcó que el nacimiento de la Utep “es un nuevo capítulo para la historia de la clase trabajadora”. El dirigente social es quien articula la acción en la provincia, con una intensa agenda que implica encuentros con cooperativas y grupos asociativos, que coinciden en la necesidad de una representación unificada para el sector que logre convenios colectivos y no una paridad mínima.
El inicio del gremio unifica de las personerías de la Ctep, Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa y el Frente Darío Santillán, pero trasciende lo formal, ya que es la reafirmación de una identidad común para los marginados del sistema, aquellos que abordan la realidad “desde la periferia”.
En ese sentido, Rossi indicó que la idea es que “las necesidades de los trabajadores de la economía popular sean convertidas en política de Estado”.
Actualmente “hay dos tipos de trabajadores: en relación de dependencia (industriales y estatales) y los emergentes, de la economía popular”. En ese marco, apuntó que el Estado “debe reconocer formalmente el trabajo de los economistas populares, que en Argentina son 600.000 (registrados, según el censo del 2016) y en Entre Ríos hay más de 6.000 (entre carpinteros, pescadores, artesanos, changarines, albañiles, trabajadores del arte callejero, cocineras de merenderos, cuidadoras domiciliarias, recicladores, agricultores, costureras, …)”.
Entre los objetivos de la Utep están el acceso al salario social complementario, la cobertura de salud, la protección familiar, la cobertura ART y los aportes jubilatorios, algo impensado hasta hace unos años incluso por el propio colectivo de trabajadores informales.
Otro de los ejes de trabajo es el diseño de un esquema de pasaje de la “economía popular” hacia la formalidad. Bajo el gobierno de Alberto Fernández, una de las apuestas es convertir el Salario Social Complementario en trabajo productivo, aunque “en menor escala y con mayor cuidado del medio ambiente”.