El secretario adjunto electo de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) Paraná, Martín Tactagi, afirmó a AIM que “hoy son miles los y las docentes que están por debajo de la línea de pobreza. Y conforme avanza el año peor será la situación, ya que la inflación continua devorando nuestros salarios”.
En el recorrido de las escuelas que se realizó durante la campaña -cuestión que no podían llevar a adelante desde comienzos del 2020 cuando se impuso la pandemia- se relevó “las enormes carencias que tiene el colectivo de trabajadores de la educación”, dijo el docente, quien aseguró que “el punto más álgido está vinculado con el enorme atraso salarial. Hoy son miles los y las docentes que están por debajo de la línea de pobreza. Y conforme avanza el año peor será la situación, ya que la inflación continua devorando nuestros salarios”.
Al respecto, indicó que “acabamos de percibir en octubre (cobrado en noviembre) el último tramo del acuerdo paritario (ocho por ciento con haberes de mayo, siete por ciento con haberes de julio, diez por ciento con haberes de septiembre, diez por ciento con haberes de octubre). Este acuerdo que tantos días de lucha costó a los docentes (45 días de carpa, desconexión virtual, asambleas, congresos, entre otras) ha sido devorado por la inflación. En función de esto hicimos una presentación formal al gobierno y al ministerio de trabajo para volver a discutir un aumento salarial”, indicó.
En ese marco, apuntó que “se calcula que la inflación de este año superará el 50 por ciento, es imposible que el sueldo nos alcance con ese aumento del 35 por ciento calculado sobre la base de un sueldo depreciado como lo era el de febrero de este año. Si el gobierno no nos recibe a la brevedad deberemos tomar medidas de fuerza que hagan posible eso que tanto se reclama en las escuelas; un sueldo digno para vivir”.
“Esto en un contexto de enorme cansancio de los y las docentes porque fue un año donde debimos hacer enormes esfuerzos para sostener a los estudiantes dentro de las escuelas. Una gran parte del año tuvimos que desarrollar clases virtuales y presenciales al mismo tiempo, con lo que el desgaste fue enorme. Quienes estamos en la primera línea de la defensa de la escuela pública somos los docentes, y lo hacemos porque entendemos que muchas veces la escuela es la institución que puede ofrecer una vida distinta a nuestros gurises”, apuntó y agregó: “Por eso ofrecemos todo cuanto está a nuestro alcance para que nuestros estudiantes no queden fuera del sistema”.
Sin embargo, aclaró que más allá de la solidaridad de clase, “también somos trabajadores y trabajadoras, y exigimos un salario digno para vivir. Y lo mismo exigimos para nuestras comunidades educativas: condiciones de vida digna donde nadie quede fuera del sistema”.
“Sabemos que es un período de extrema complejidad porque venimos de cuatro años de políticas neoliberales (impuestas por el gobierno de Macri, Vidal y Frigerio) que tanto golpearon a nuestro pueblo y que nos encadenaron a los organismos internacionales con una deuda externa que la pagamos todos y cada uno de los argentinos. No hay posibilidades de que nuestras comunidades educativas, nuestros gurises y gurisas, puedan construir un futuro digno con la sombra de una deuda que se roba las posibilidades de tener una vida digna. Como lo hemos dicho tantas veces, no se puede pagar la deuda con el hambre del pueblo”, afirmó.