La turbulencia que atravesó el vuelo AR 1303 de Aerolíneas Argentinas el último jueves, cuando el avión completaba el trayecto Miami-Buenos Aires, y que dejó un saldo de 15 heridos, generó la apertura de una investigación por parte de la Justicia para determinar cómo se desencadenaron los hechos.
En el juzgado de Lomas de Zamora esperan la caja negra del Airbus 330 donde quedaron registrados los diálogos de los pilotos y las decisiones que tomaron antes de la fuerte turbulencia que sacudió al avión en el que volaban 198 pasajeros y 12 tripulantes a 12.000 metros de altura.
La caja negra es determinante para conocer si los pilotos pudieron evitar que el avión pasara por la zona de turbulencia o si los sorprendió y tuvieron que hacer maniobras para lograr el menor daño posible.
Además de la caja negra, pretenden analizar también los informes de seguridad de Aerolíneas para determinar si pudieron haber evitado o no la tormenta que atravesaron.
La Justicia quiere determinar si el avión argentino quedó en el medio de lo que se denomina una turbulencia de aire claro, que no se puede prever, o si los pilotos sabiendo que había una zona de tormentas decidieron atravesarla pensando que no iban a tener inconvenientes.
Pocas horas después del incidente que tuvo el vuelo AR 1303, Aerolíneas Argentinas sacó un comunicado en el que expresó que "las turbulencias se producen cuando dos masas de aire de distinta temperatura o bien de distinta velocidad chocan. Estas pueden producir movimientos bruscos en las aeronaves de acuerdo a su intensidad aunque de ningún modo ponen en riesgo la seguridad de la aeronave".
El incidente, que ocurrió durante la fase de vuelo denominada "crucero" a la altura del Amazonas, fue reportado por el comandante a cargo, que aclaró que no había ningún desperfecto con la nave y que no era necesario aterrizar de emergencia.