Desde que inició el año y tras la pandemia que se declaró a nivel mundial, la actividad parlamentaria se ha visto fuertemente condicionada a las necesidades del Gobierno nacional, ya sea en la aprobación de leyes enviadas por el Poder Ejecutivo, o la falta de una agenda propia impulsada por el Congreso, supo AIM.
Es así que en el periodo enero-marzo se realizaron siete sesiones en el Parlamento, de las cuales seis corresponden a sesiones extraordinarias, es decir, durante los meses de enero y febrero, cuando el Congreso está en receso y es el presidente de la Nación quien convoca a este tipo de reuniones.
Durante enero solo sesionó la Cámara de Diputados, mientras que febrero fue el mes con mayor actividad, habiendo sesionado dos veces Diputados y tres el Senado.
En ese sentido, se puede advertir en primer lugar que es el Poder Ejecutivo el que estaría definiendo el ritmo del trabajo parlamentario, a lo que habría que sumarle la situación de emergencia sanitaria que atraviesa el país -y el mundo- a causa del Covid-19, lo que dificulta que se lleve a cabo las actividades en un Poder que se ha desempeñado históricamente de forma presencial, sin contar con herramientas suficientes para saltarse este obstáculo.
En estos meses, el Congreso aprobó 13 acuerdos enviados por el Poder Ejecutivo, para designar a los siguientes embajadores:
- Alberto Juan Bautista Iribarne
- Carlos Alberto Raimundi
- Jorge Martín Arturo Argüello
- Oscar Domingo Peppo
- Alfredo Néstor Atanasof
- Daniel Osvaldo Scioli
- Rodolfo Hugo Gil
- Carlos Alberto Álvarez
- Sergio Daniel Urribarri
- Fernando Ezequiel Solanas
- Mariano Kestelboim Marcos
- Carlos Alfonso Tomada
- Rafael Antonio Bielsa
Por otra parte, se aprobaron siete proyectos de ley, de los cuales cinco obtuvieron sanción definitiva y dos media sanción.
Por último, se sancionaron tres resoluciones, entre las que se destaca la creación de una Mesa de Trabajo para analizar y proponer las acciones tendientes a la sostenibilidad de la deuda que mantienen las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con la administración pública nacional.
De estas cinco leyes sancionadas, dos fueron aprobadas en en Diputados y tres en el Senado. Además, se puede resaltar que enero y febrero fueron los meses en los que más actividad hubo, habiéndose aprobado dos leyes en cada mes, correspondiendo las primeras a Diputados y las ultimas al Senado.
Sin embargo, a pesar de que en marzo inicia el periodo de sesiones ordinarias, coincide con la pandemia, por lo que solo se sancionó una sola ley en el Senado, lo que produjo una caída en la actividad legislativa.
Como se mencionó anteriormente, la actividad legislativa en 2020 inició dándole un fuerte respaldo al Gobierno nacional en la aprobación de las iniciativas que este envió. Es así que, de las cinco leyes sancionadas, cuatro fueron impulsadas por el Poder Ejecutivo: El Consenso Fiscal 2019, la entrada y salida de tropas del país, la restauración de la deuda publica en moneda extranjera y las jubilaciones del Poder Judicial.
Por otra parte, el oficialismo logró la aprobación de Ley de Góndolas, presentado por la entonces diputada Elisa Carrio.
El último indicador que podemos señalar es la falta de tratamiento de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Congreso. Esta es una atribución dada por la Constitución Nacional, que consiste en analizar los DNU emitidos y aprobarlos o rechazarlos, según corresponda.
Es cierto que la emergencia sanitaria ha dificultado el accionar parlamentario, pero es necesario normalizar esta situación para no poner en peligro la institucionalidad republicana.
De la Redacción AIM con información de Seguimiento Legislativo.