La nueva fórmula jubilatoria aprobada por Ley en el Congreso para jubilados nacionales “tiene un tope basado en la recaudación, sujeta a atrasos, rebajas de aportes y trabajo en negro”, aseguró a AIM la presidenta del Centro de Jubilados y Pensionados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Juana Ávalos.
El nuevo índice que sancionó el Congreso para calcular el salario de jubilados señala que los próximos aumentos trimestrales se harán en base a una fórmula integrada en un 50 por ciento por la variación salarial y otro 50 por ciento por la recaudación de la Anses, “condicionado por una cláusula que establece que en el último trimestre del año se comparará el índice resultante con el porcentaje total de la recaudación y si supera un tres por ciento de ese total se descuenta todo el resto, es decir, habrá tope basado en la recaudación”, dijo Ávalos a esta Agencia.
En ese marco, la referente sindical lamentó que los legisladores del oficialismo se opusieron a incluir una cláusula de garantía basada en el índice de precios, “lo que implicará un nuevo ajuste sobre los jubilados porque el gobierno toma como calculo la proyección del aumento del costo de vida para el 2021 pronosticado en el presupuesto que hizo aprobar, que da un índice del 29 por ciento para todo el año mientras que las previsiones del propio Banco Central hablan de entre un 48 y un 50 por ciento”.
Para Ávalos, la nueva fórmula “es un ajuste directo contra los jubilados a quienes durante el 2020 se les sacó 100 mil millones de pesos por ajustes arbitrarios menores a la inflación”.
Ante ese escenario, desde ATE reclaman que “se pague el 20 por ciento del poder adquisitivo real perdido bajo los gobiernos de Macri y de Fernández; que se aplique una movilidad automática por inflación; que se restituya al 33 por ciento los aportes patronales al sistema previsional y se apruebe una Ley que garantice el 82 por ciento móvil”.