El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en el marco de la resolución N°374/2016 que aprobó la creación del “sistema de producción, comercialización, control y certificación de productos orgánicos”, realiza auditorías a los operadores orgánicos que se encuentran bajo el seguimiento de certificadoras privadas.
Es así que la comitiva integrada por Carolina Kaul, Natalia Schmidt y María del Pilar Villafuerte de la Coordinación Regional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Centro Regional Entre Ríos visitó el pasado 3 de junio, a un productor primario de miel orgánica de los Parajes “Estancia Mazaruca” y “Campo Grande” ubicados en el departamento entrerriano de Islas de Ibicuy.
En la oportunidad, recorrieron el predio y visitaron los apiarios que están bajo seguimiento de la certificadora con el fin de evaluar el desempeño de la misma en función de lo que establece la normativa vigente.
Características de la miel orgánica
La miel es una sustancia dulce producida por las abejas obreras a partir del néctar de las flores y otras secreciones extraflorales, que estos insectos recogen, transportan, transforman y combinan con sustancias específicas, y que, luego, almacenan en panales.
Cuando este alimento se obtiene a partir de un sistema de producción sustentable en el tiempo, mediante el manejo racional de los recursos naturales y sin la utilización de productos de síntesis química, y tales características pueden ser claramente identificadas por los consumidores por medio de un sistema de certificación, estamos hablando de miel orgánica.
La miel orgánica es uno de los tres principales productos junto con el arroz y los arándanos que se certifican como producción orgánica en la provincia de Entre Ríos.
Los productos “orgánicos” son obtenidos a partir de un sistema agropecuario cuyo objetivo es el de producir alimentos sanos y abundantes, respetando el ambiente y preservando los recursos naturales.
Su producción se basa en la aplicación de técnicas tendientes a mantener o aumentar la fertilidad del suelo y la diversidad bilógica, que permitan proteger a los cultivos y animales de plagas, malezas y enfermedades bajo un nivel tal que no provoquen daños económicos.
No se permite el uso de productos de síntesis química ni de organismos genéticamente modificados, además toma en consideración la observación y conocimiento de los ciclos naturales de los elementos y de los seres vivos.
La condición “orgánica” de un producto es un atributo de calidad, que garantiza que dicho producto se ha obtenido cumpliendo requisitos adicionales respecto de los exigidos para los productos convencionales.
El rol del Senasa
El Senasa es la autoridad competente en la fiscalización del cumplimiento de la norma sobre la totalidad del proceso productivo-comercial.
Asimismo, habilita a entidades certificadoras para el control de los operadores que son quienes producen, elaboran y comercializan los productos orgánicos.
En esa línea, el Organismo controla a las entidades certificadoras a través de auditorías y de inspecciones a los operadores, brindando transparencia, asegurando la calidad y cumpliendo con las exigencias internacionales.
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