A sus 110 años, la Federación de Cooperativas Entrerrianas (Fedeco) “pretende estar a la altura de quienes la fundaron, cumpliendo las expectativas de las cooperativas asociadas y estando al frente del cambio productivo que se está emprendiendo”, afirmó a AIM el presidente de la organización, Roanald Garnier.

Fedeco, una de las organizaciones más importantes que representan al campo entrerriano, cumple 110 años. En ese marco, el presidente de la institución ratificó su compromiso con las cooperativas entrerrianas en un escenario político, económico y social complejo: “Tenemos el desafío de poder cumplir con las expectativas de las once cooperativas asociadas, que están distribuidas en toda la provincia, que tienen necesidades de gestión, más hoy en esta situación límite que se vive tras una gran sequía”.

Al respecto, apuntó que la mayoría de las cooperativas entrerrianas “están en una situación límite, ya que a los problemas de cada zona hay que sumarle que hay muchos caminos terciarios que no están en condiciones (desde hace muchísimo tiempo) y la sequía (que devino en un desastre agropecuario), que hizo que muchos productores asociados perdieran todas sus cosechas y la existencia de hacienda, es decir, perdieron su productividad total en este último tiempo, sobre todo fines del 2022 y lo que llevamos del 2023”.

“Nos encontramos con productores totalmente desfinanciados y por eso las cooperativas tienen que tratar de solucionarle los problemas para que puedan seguir adelante y tener el impulso para renovarse y volver a emprender un nuevo ciclo productivo y no desaparezcan”, remarcó Garnier, quien destacó que desde Fedeco trabajan articuladamente con las cooperativas “gestionando líneas de crédito de Banco de la Nación Argentina (BNA) y tratando de minimizar las problemáticas”.

Estar al frente del cambio productivo
Por otro lado, el dirigente señaló que Fedeco “pretende no ser ajena al cambio productivo que se está emprendiendo, es decir, busca estar al frente de este nuevo desafío de la actividad productiva, que implica un cambio profundo que se encamina a la producción de alimentos satisfactorios para la sociedad, amigables con el medio ambiente, sostenibles en el tiempo y rentables para el productor”.