Organizaciones de pequeños productores y agricultores familiares se reunirán este jueves con el secretario de Agricultura Familiar de la Nación, Miguel Gómez. Desde el sector. "El promedio de pérdidas va del 50 al 100% de la producción", dijo a AIM el dirigente de la Federación Nacional Campesina (FNC) de Entre Ríos, Pablo Benetti, que definió como los principales problemas del sector la sequía y la falta de agua tanto para sistemas de riego como para consumo y la bajante del río que afecta a los pescadores artesanales.
Este jueves, Gómez estará en la capital entrerriana donde, donde mantendrá diferentes reuniones para abordar las problemáticas del sector: con el secretario de Agricultura y Ganadería, Lucio Amavet; con organizaciones y productores de diversos puntos de la provincia y, finalmente, brindará una conferencia de prensa en el Colegio de Ingenieros.
Consultado por los temas que se abordarán en el encuentro, el ingeniero agrónomo Pablo Benetti, referente en la provincia de la Federación Nacional Campesina (FNC), contó a esta Agencia que habrá "dos temas centrales: la sequía y la bajante del río".
Si bien la Provincia declaró la emergencia agropecuaria para el maíz, el sorgo, parte de la ganadería y el tambo, las medidas no contemplan específicamente la problemática de la agricultura familiar, por lo que las realidades de este segmento de la producción y posibles medidas serán evaluadas en las reuniones que se desarrollarán este jueves.
"Hay sectores de la agricultura familiar, que comprende productores más chicos, con distintos tipos de producciones o chacras mixtas que se han visto afectados por la poca cantidad de animales que tienen y ante la falta de pasto, han tenido que malvender para poder comprar alimento para sostener las madres", ejemplificó Benetti.
Asimismo, mencionó entre los más afectados a "muchos pequeños agricultores familiares que tienen su base de sustento en la apicultura y no están tenidos en cuenta en el decreto". En estos casos, graficó, "hasta han tenido que llevarle alimento a las abejas para poder sostener la producción, cuando esa práctica se hace generalmente en invierno".
Sin embargo, tal vez el tema más gravitante para la agricultura y la ganadería de pequeña escala sea el acceso al agua, según Benetti, "una constante" en ese segmento de productores. Si bien recordó que en 2007, en el marco del Programa Social Agropecuario, "se hicieron muchas perforaciones, tajamares y se instalaron molinos de viento", admitió que "no se cubrió la totalidad de las necesidades que había".
El ingeniero agrónomo argumentó que "la necesidad del agua en la agricultura familiar en muchos casos es hasta para consumo humano, se busca agua a 600, 1.000 metros, de vecinos o escuelas que les dan agua y en épocas de sequía recrudece porque muchos de los pequeños productores sustentan sus animales con agua de arroyos o tajamares que se han visto afectados". Éste –señaló– es otra problemática que no está contemplada dentro de la emergencia decretada por el gobierno.
Aún así, hasta los productores hortícolas que tienen sistema de riego, con las altas temperaturas, vieron afectada su producción de hortalizas de hojas. Esos casos, ejemplificó Benetti, denotan también la falta de infraestructura, de umbráculos otros medios para poder soportar el calor, carencia que llevó a que aún con sistemas de riego se pierda la producción.
El dirigente de la FNC detalló que están convocando a organizaciones de la agricultura familiar de toda la provincia y de distintas ramas: cooperativas de apicultores, asociaciones de productores hortícolas, FNC, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep), el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE Agrario) y distintas organizaciones que están en el sector y en diferentes puntos de la provincia, con la intención de que "puedan transmitir al secretario, de primera mano, la situación en la cuál se está y qué soluciones se pueden llegar a encontrar en conjunto no solamente la Nación sino también con la Provincia".
Como necesidades centrales, resumió, el abastecimiento de agua, la asistencia directa a los productores, con semillas para poder replantar pasturas, fardos para poder cubrir consumo que estaba previsto para invierno y fondos para reponer colmenas que se prendieron fuego, entre otras.
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