En esta época del año, en la cual se está cosechando el trigo y ya comenzó la época de lluvias, es especialmente necesario que todos aportemos desde nuestro lugar para poder contar con caminos en buenas condiciones.[{adj:29065 alignright}]
La Mesa de Caminos Rurales lanza una novedosa iniciativa para resaltar la importancia del uso responsable de la red vial rural. La campaña se llama “cuidemos nuestros caminos” y los dos ejes centrales son: respetar los límites de carga de cada uno de los caminos y tratar de cuidar aún más el camino en días de lluvias. Estas dos simples prácticas pueden colaborar a que sean más duraderos los trabajos de mantenimiento y mejora de los caminos.
Es por esto que esta mesa de trabajo también invita a los productores, instituciones y gobiernos locales y provinciales a que trabajar juntos, en una colaboración público-privada. Un ejemplo puede ser utilizar el contexto de los intercambios con gobiernos por la actualización de las tasas viales y los inmobiliarios rurales, para promover la generación o profundización de espacios de diálogo, con el objetivo de trabajar de manera público-privada en lo referente a los caminos rurales. Concretamente, plantear comisiones o mesas de caminos a nivel local para facilitar el intercambio entre usuarios y gobierno, e incluso pensar en entes públicos no estatales para la gestión del mantenimiento de los caminos, como es el caso de los consorcios camineros.
Es importante que productores y entidades rurales formen parte activa en lo que refiere a los caminos rurales, que se interioricen acerca de cuánto cuesta arreglar un camino en su distrito y cómo se aplica lo recaudado en impuesto inmobiliario y tasas viales a los caminos. También podrían indagar acerca de la existencia de un Plan Director Vial y, en caso de que no exista, proponer uno. Estas son preguntas simples que los productores pueden hacer en sus distritos para conocer y ayudar a mejorar el destino de los impuestos.
Por el lado de los gobiernos, profundizar la transparencia con información abierta y accesible, también facilita la discusión relativa a impuestos, ya que los contribuyentes tienen un conocimiento más acabado de qué fin tienen sus impuestos y clarifica las prioridades de inversión.
Por otro lado, es de crucial importancia contar con información certera acerca del estado y la amplitud del sistema vial primario, secundario y terciario de cada distrito. Ya sea que el mantenimiento esté a cargo de consorcios, vialidad o municipios, es imprescindible el relevamiento de estas vías para poder estimar de manera certera los recursos necesarios para su mantenimiento. En paralelo, que los caminos tengan una nomenclatura cierta, ayuda a obtener una referencia común de los caminos. En particular, la Mesa de Caminos Rurales elaboró una guía básica para realizar los relevamientos que, según aseguran, son de fácil y económica realización. Y, por otro lado, están evaluando las distintas metodologías que se utilizan para nomenclar caminos a los fines de proponer una de estas metodologías para las provincias y municipios que aún no tienen sus caminos nomenclados.
Estas alternativas de acción sugeridas fueron producto de la última reunión de la Mesa de Caminos Rurales. Este equipo viene trabajando hace tres meses y está conformado por una serie de instituciones comprometidas con los caminos rurales a nivel nacional. Participan representantes de la Asociación Argentina de Carreteras (AAC), Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Confederaciones Rurales Argentina (CRA), Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Crea), Federación Agraria Argentina (FAA), Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (Facma), Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada), Fundación Barbechando y Sociedad Rural Argentina (SRA).
El objetivo de este espacio de trabajo es formar consensos sobre cómo mejorar la gestión de los caminos rurales a nivel federal para unificar información, proponer soluciones y comunicar tanto la problemática de la transitabilidad de los caminos como los derechos de los usuarios.
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