La caída en la economía, la falta de dólares, y las cuestiones climáticas son las variables que afectan especialmente al campo, pero además, el atraso cambiario “no es favorable para ningún sector en la Argentina”, afirmó a AIM el gerente General de la Cooperativa Agrícola, Ganadera y de Servicios Públicos de Aranguren (Coopar), Marcelo Pagliaruzza.

Sea por falta de financiamiento o por pérdida de competitividad, llegó un punto en el que no se pudo sostener el crecimiento. Así quedó al descubierto que no estaba basado en fundamentos sólidos, de largo plazo, sino en ventajas ocasionales que, una vez disueltas, hicieron volver al punto de inicio.

Consultado sobre cuál es impacto en lo económico que tiene la sequía, Pagliaruzza admitió que “sin dudas hubo una merma en los rindes de la cosecha fina, que afectó de diferente forma a los distintos cultivos. En la zona de influencia de Coopar, la arveja y la colza fueron las más afectadas, con promedios por debajo a los 10 quintales por hectáreas y, en menos medida, el trigo, para el que estimamos un rinde de 20/25 quintales por hectárea, depende la zona. Esas mermas en los rindes se convierten en el factor que hace que el dinero no ingrese a la economía en forma directa para el productor, e indirecta para los transportistas, repuesteros, mecánicos, almaceneros, afectando fuertemente a los pueblos en general”.

La peor sequía
El contador se refirió luego a la sequía que castiga fuertemente al campo. Y el trigo no fue la excepción. “Como lo comenté anteriormente, este cereal fue afectado ya que el combo de déficit hídrico más la cantidad de heladas (la mayor cantidad de los últimos 50 años) lo afectaron fuertemente, principalmente en las zonas bajas, donde las heladas pegaron fuerte”.

Un combo fatídico
-El dólar planchado y la alta inflación puso en jaque a las economías regionales.
¿Cómo afecta el atraso cambiario, y cómo impacta en la economía de la cooperativa y de los productores?
-Que haya un atraso cambiario no es favorable para ningún sector de la economía que se vincule con la exportación. Obviamente que la mayor parte de los insumos también están dolarizados y eso equilibra la balanza un poco, pero hay costos en pesos que tiene el productor que con un dólar más competitivo se diluyen. También es loable decir que, de sincerar el tipo de cambio, el costo productivo de tambos, cerdos, y pollos,
se incrementaría enormemente, pero no se podría trasladar totalmente a los precios, porque el mercado interno no lo convalidaría.

Respecto al impacto de ese factor en la economía de Coopar, Pagliaruzza explicó que “en líneas generales lo que le pasa al productor es un espejo de lo que le ocurre a la cooperativa. Por eso es clave que nuestros productores no se caigan y tengan rentabilidad”.
Sobre las encuestas realizadas en el sector, que revelan que la mayoría de los productores agropecuarios consideran que el dólar debería ser más competitivo para que su producción sea rentable, el gerente General de la organización se refirió a ese tema, y también al escenario que vislumbra para 2021, con variables que siguen afectando al campo.
Fundamentalmente, “observo que tenemos una inflación reprimida, tanto por lo que fue la cuarentena por la pandemia de Covid 19, como por las tarifas que están planchadas. Entiendo que el año que viene será más alta, pero, además, considero que la presión impositiva seguirá al menos en los mismos niveles y, depende de lo que pase con los precios de los comodities, puede haber un aumento de retenciones, aunque espero equivocarme. Si los países siguen inyectando dólares a sus economías por el efecto de la pandemia, lo cual es lo que dicen harán, las tasas de interés seguirán bajas, y el mejor resguardo de valor serán los comodities. Esto será muy favorable para los precios, por lo que considero que tendremos un próximo año con excelentes valores internacionales. Sin embargo, no es la única variable en la formación de los precios; también depende mucho de la demanda china y de los stock mundiales”.

A no bajar los brazos
El contador agradeció “a todos nuestros asociados y clientes, por la confianza dispensada hacia nuestra entidad. En este contexto de pandemia, los deseos que surgen en primera instancia son salud, absolutamente necesaria y más en tiempo de pandemia, y trabajo, que es lo que dignifica al hombre. Y naturalmente, les deseo una feliz Navidad y un próspero año nuevo. También quiero instarlos a no bajar los brazos y a seguir trabajando día a día, para que seamos capaces de construir juntos una Argentina mejor”.