Cada 24 de marzo se celebra el Día mundial de la tuberculosis y en esta fecha, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide a los gobiernos, las comunidades, la sociedad civil y el sector privado que actúen «Unidos para poner fin a la tuberculosis». La OMS y sus asociados promueven el diálogo y la colaboración para unir a las personas y las comunidades mediante enfoques nuevos con miras a poner fin a la epidemia de tuberculosis (TB). [{adj:39799 alignright}]
La tuberculosis junto con el VIH son las principales causas de muerte entre las enfermedades infecciosas en el mundo. Cada año mueren 1,4 millones de personas por esta enfermedad.
La OPS/OMS promueve que unidos:
— Podemos prevenir la tuberculosis para contribuir a aliviar la pobreza
— Podemos mejorar el diagnóstico, el tratamiento y la curación
— Podemos poner fin a la discriminación y al estigma
— Podemos impulsar la investigación y la innovación
Cada segundo una persona nueva es infectada de tuberculosis en el mundo. Se calcula que una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente; es decir, son personas que están infectadas por el bacilo pero aún no han enfermado ni pueden transmitir la infección.
Cabe señalar que las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen, a lo largo de su vida, el riesgo de un 10 por ciento de enfermar de tuberculosis. Sin embargo, este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema inmunitario está dañado, como ocurre en casos de infección como el VIH, malnutrición, diabetes o en quienes consumen tabaco.
La tuberculosis es una enfermedad causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. Es curable y prevenible y se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire y basta con que una persona inhale unos pocos bacilos para quedar infectada.
La enfermedad presenta los siguientes síntomas: tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, etcétera; pueden ser leves durante muchos meses. Como resultado de ello, en ocasiones los pacientes tardan en buscar atención médica y transmiten la bacteria a otras personas. A lo largo de un año, un enfermo tuberculoso puede infectar a unas 10 a 15 personas por contacto estrecho. Si no reciben el tratamiento adecuado, hasta dos terceras partes de los enfermos tuberculosos mueren.
Cada segundo, una persona nueva es infectada por tuberculosis en el mundo, del 5 al 10 por ciento de los infectados desarrollan la enfermedad en algún momento de sus vidas, por ello, cada persona infectada que no es atendida en tiempo y forma o no se le proporcionó un diagnóstico efectivo infecta entre 10 y 15 personas más en un año.
La estrategia «Fin a la tuberculosis» de la OMS tiene como objetivo poner fin a la epidemia de la enfermedad para 2030, y su visión es la de un mundo sin TB y sin ninguna muerte, enfermedad o sufrimiento provocados por la TB. En ella se describen las medidas que deben adoptar todas las partes interesadas para posibilitar la atención centrada en el paciente, propiciar cambios audaces en las políticas y los sistemas sanitarios y promover una intensificación de las investigaciones y las innovaciones para poner fin a la epidemia y eliminar la TB.