Prof. Marilina Scarlata*. Especial AIM.- Hay mil ríos en el mundo responsables del 80 por ciento de la contaminación de los océanos, algunos de ellos están en nuestro país, y se puede comprobar este dato a partir del visor Plastic sources puesto en marcha por la Fundación The Ocean Clean Up.[{adj:64021 alignright}]
Desde la organización benéfica sin fines de lucro Stichting, con sede en Rotterdam, Países Bajos, el inventor holandés Boyan Slat fundó The Ocean Clean up, un equipo de 80 profesionales que diseñó y desarrolla el proyecto que contiene el sistema más ambicioso que se conoce, para limpiar los océanos, contaminados por grandes cantidades de plásticos que llegan arrastrados por los ríos, y también para interceptar más contaminantes. La experiencia comenzó en 2018 y en octubre de 2019 empezó a dar frutos.
Con el visor Plastic sources la organización muestra en tiempo real la cartografía de los mil ríos más contaminados del mundo, responsables del 80 por ciento del plástico que llega a los océanos, incluso haciendo foco en un determinado río, se puede visualizar la cantidad que aporta por año.
El 20% restante es consecuencia del arrastre de treinta mil ríos, que también figuran en el mapa interactivo que la Fundación ha publicado.
No se ha dado a conocer el método utilizado para cuantificar el plástico acumulado, sólo han manifestado que su modelo se basa en datos sobre «desechos plásticos, uso de la tierra, viento, precipitación y ríos».
Los ríos más contaminados están señalados con grandes marcadores circulares rojos y blancos, los restantes están señalados con marcadores azules más pequeños. Se visualiza el sudeste asiático fuertemente contaminado, luego puede observarse el litoral brasilero en Sudamérica, con un lamentable aporte.
El sistema desarrollado para detener el avance de los plásticos es una tecnología inédita con la que esperan interceptar el 80 por ciento de materiales contaminantes, acumulados en cinco “parches” de basura oceánica, siendo el más grande el instalado en el Pacífico, ubicado entre Hawái y California. Dejando a la deriva, este parche gigante impactará en otros ecosistemas, en la salud y en las economías. Es imperioso detener las causas que lo originan y luego limpiar todo lo acumulado.
El sistema funciona armado con un extenso flotador realizado con piezas adecuadas, que se encuentra en la superficie del agua y con una “falda” que cuelga debajo de él, evitando que la basura escape, arrastrándola hacia el sitio de deposición para su traslado y tratamiento. El sistema también cuenta con una hilera de corcho en el extremo de la falda para que ésta no se hunda. Puede recolectar hasta 50.000 kg por día, y en óptimas condiciones podría duplicar esa cantidad. Tiene gran capacidad de almacenamiento y cumple ciclos de vaciado en varios camiones a la vez, que esperan en tierra el arribo del dispositivo recolectado.
Es un sistema pasivo, que no consume más energía que la propia del mar y el viento para atrapar los plásticos, con una diferencia de velocidad entre el movimiento del parche y el del sistema -que se mueve en forma constante y más lentamente - debido a la acción de freno lograda con un ancla de mar. Y los dispositivos electrónicos que forman parte del equipo, utilizan energía solar, por eso es una tecnología natural, con la que la organización espera capturar el 90% del plástico oceánico para 2.040. Actualmente hay dos interceptores desplegados y la compañía trabaja con distintos países para lograr autorizaciones para mayores despliegues. El primer interceptor empezó a funcionar en Yakarta, Indonesia. La organización necesita el apoyo de los gobiernos de los países con ríos afectados.
En Argentina hay dos zonas fluviales que aparecen registradas entre esos mil ríos más contaminados. Una es la tristemente célebre cuenca Matanza-Riachuelo, a la que confluyen nueve arroyos que se suman al curso principal del Río Matanza, recorriendo 64 km con orientación sudoeste-noreste, que en su desembocadura se denomina Riachuelo, y llega al Río de La Plata, dejando muy contaminada la zona de Dock Sud- Avellaneda, con una producción de 1.754.000 kg/año de contaminantes, según el mapeo de The Ocean Clean Up. En la superficie que abarca la cuenca vive aproximadamente el 15 por ciento de la población del país (5.800.000 habitantes), por lo que se registra una elevada densidad poblacional, afectada por una desgraciada calidad de vida, al igual que el riesgo que corren la fauna y la flora de la región, paradójicamente con apreciada biodiversidad.
La otra zona está frente al Aeroparque de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, también pertenece al estuario del Río de La Plata, con la cantidad de 1.130.000 kg/año de producción contaminante a poco de confluir en el Océano Atlántico, en donde su ancho supera los 200 km.
The Ocean Clean Up puede ser contactada a través de su página web, para quienes deseen sumarse al proyecto, o proponer ríos a intervenir, o sencillamente para interiorizarse del mismo. Es de desear que, en algún momento no lejano, nuestro país pudiera adherir a esta propuesta para lograr salir de esos números poco gratificantes.
*Prof. Marilina Scarlata
Directora de Divulgación Científica Asociación Amigos de Parques Nacionales
Miembro Comisión Educación y Comunicación CEC- IUCN