El 21 de febrero de 16677 murió en La Haya Benito Spinoza, filósofo holandés de ascendencia portuguesa y de familia hebrea, sabio por la doctrina y por la vida.
Spinoza o De Espinoza, como firmaba su padre, era descendiente de una familia de sefarditas que había huído de la península ibérica durante una persecusión religiosa.
Orientado al rabinato, recibió lecciones de Saúl Leví Morteira, pero poco a poco se manifestaron en él preferencias por las matemáticas y sobre todo por la filosofía de Descartes, al que siguió y superó.
Spinoza contrajo tuberculosis, que minó su salud hasta provocarle la muerte a los 45 años.
Su desapego a las tradiciones judías, que no obstante son uno de los puntales de su filosofía, llevó a que lo expulsaran de la sinagoga, dominada por los ashkenazis, más cerrados que los sefarditas como él.
La fórmula de la excomunión que sufrió Spinoza decía textualmente: “Maldito sea de día y maldito sea de noche; maldito sea cuando se acuesta y maldito sea cuando se levanta; maldito sea cuando sale y maldito sea cuando regresa. Que el Señor no lo perdone. Que la cólera y el enojo del Señor se desaten contra este hombre y arrojen sobre él todas las maldiciones escritas en el Libro de la Ley. El Señor borrará su nombre bajo los cielos y lo expulsará de todas las tribus de Israel abandonándolo al Maligno con todas las maldiciones del cielo escritas en el Libro de la Ley”.
En la práctica, Spinoza quedó fuera de una colectividad a la sentía no pertenecer y privado de todo apoyo moral y material. Ningún judío podía acercarse a él a menos de cierta distancia.
Los fundamentos de la excomunión eran “las horribles herejías que practicaba y enseñaba, lo mismo que su “inaudita conducta” y su renuencia en apartarse del “mal camino”.
Einstein admitía creer en dios, siempre que fuera “el dios de Spinoza”, o sea la Naturaleza: “Deus sive natura”. El gran físico dijo en una ocasión que el dios de Spinoza “nos revela una armonía de todos los seres vivos. No creo en un Dios que se ocupe del destino y las acciones de los seres humanos”.