La testigo Imelda Princich, que trabajó como enfermera en el Instituto Privado de Pediatría (IPP) en el momento de los hechos que se investigan el marco de la causa del mellizo Valenzuela Negro (1978), declaró haber interrogado a Miguel Torrealday, uno de los médicos acusados, sobre el destino de un NN que el profesional habría tenido en brazos. “Le recordamos una declaración anterior en la causa Hospital Militar”, dijo a AIM Sofía Uranga, abogada querellante en el juicio.
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La testigo, que no se había presentado antes por residir en la localidad cordobesa de Río Ceballos, manifestó al principio de su declaración no acordarse de los hechos en el IPP. “Le recordamos su declaración anterior en la causa Área Paraná, y entonces declaró que ella supo del ingreso de un NN. Como algunos chicos no tenían el nombre hasta que sus padres completaban los datos, la enfermera, según su propio testimonio, habría interrogado a Torrealday la situación de un NN Facundo; el profesional, le habría respondido que la familia estaba viendo si iba a llevar el apellido del padre o la madre”, explicó Uranga.
Pero el dato más revelador llegó ante la pregunta de los querellantes sobre por qué la enfermera indagó específicamente sobre la situación de ese NN. La enfermera respondió “que el médico entró con ese niño en los brazos”, contó la abogada.
De esta forma, el testimonio de Princich comprometió seriamente a Torrealday, uno de los responsables del IPP, en su supuesta participación los hechos.
En la causa también son juzgados los médicos David Vainstub y Jorge Rossi, también propietarios del instituto.
Por otra parte, declaró la pediatra Amelia Niveyro, quién, según Uranga, “se presetó a declarar a raíz de una conversación mantenida con la enfermera Stella Maris Cuatrín” sobre la profesión que podría estar ejerciendo actualmente el mellizo Valenzuela Negro.
“No obstante, aclaró que se trató de un mal entendido por el cual se vinculaba la profesión a la edad que el Melli podría tener actualmente”, dijo la abogada.
Cabe destacar que la médica, especialista en Terapia Intensiva Pediátrica, no trabajaba en el IPP al momento de los hechos sino que lo hizo a partir de 1984.
Alegatos
La audiencia de hoy concluyó con la ronda de testigos previstos en el juicio de la causa Melli Valenzuela Negro. Para este miércoles están previstos los alegatos de la fiscalía y la parte querellante, y posteriormente llegará el turno de las defensas.
“La semana que viene habrá réplicas y dúplicas, y será el turno de la palabra de los imputados, de la que pueden o no hacer uso, pero aún no está definido del todo el calendario para anunciar la fecha de la sentencia”, explicó Uranga.
Muerte oportunamente misteriosa
Un artículo publicado hoy en Página 12 recogió de forma impecable los distintos interrogantes de la agrupación Hijos, de Paraná entonrno a la muerte del médico neonatólogo Eduardo Halac, quien murió la semana pasada al caer en un pozo de agua en su casa en Córdoba Capital.
“Para Hijos regional Paraná es ‘inmensamente sospechosa, justo cuando la pista de Córdoba como posible destino del Melli Valenzuela Negro se hace pública’”.
“Como no creen en las casualidades, desde Hjos recuerdan que ‘en la clínica de la familia Halac se formaron en neonatología los socios del IPP acusados por la retención y ocultamiento de los mellizos. Esto nos hace recordar al militar Paul Navone, que apareció suicidado en la misma provincia el día que debía prestar declaración indagatoria por estos mismos hechos”. El comunicado de HIJOS exige ‘una investigación a fondo de la posible vinculación de la muerte de Halac con la apropiación del Melli’. Todo esto ocurrió en una semana crucial en el juicio en el que es querellante Sabrina Gullino Valenzuela Negro, quien recuperó su identidad el 23 de diciembre de 2008. “¿Dónde está el Melli?’, es la pregunta que sostienen día a día los organismos de derechos humanos...”, señaló el matutino.
“Para Sabrina, queda claro que el Melli –así le dice a su hermano a falta de más datos– forma parte de ‘este concepto de botín de guerra, alguien se lo ha quedado. El Melli estaba destinado a alguien, porque tuvieron dos meses para decidirlo. A mí me dejaron abandonada es decir que con algo se han quedado’. ‘Para qué van a cuidar tanto un embarazo de una bebé después dejan abandonada’, reza el artículo.
La conexión con Halac surgió a partir de una primera consulta (sobre cómo llegaron los bebés al IPP) hecha en el hospital San Roque de Paraná, cuyo jefe era también Torrealday. “En el sector privado”, señaló Página 12, “era más sencillo recibir a dos bebés sin padres, ni familiares conocidos”. De esta forma, apareció “la conexión con Eduardo Halac, hijo de Jacobo Halac, fundador del Instituto de Neonatología y Pediatría de Córdoba, más conocido por su apellido. Torrealday era amigo de la familia Halac. De hecho, los médicos de Paraná fueron a formarse al Halac. Además, Torrealday visitaba a frecuentemente a su amigo en Córdoba”, dijo el diario.