Después de meses de investigación, la Justicia detuvo hasta ahora a cinco exfuncionarios kirchneristas y a una media docena de empresarios en el marco de una causa que podría convertirse en un Lava Jato argentino. Varios de los laderos más cercanos de Néstor Kirchner y de Julio De Vido durante todos los años que duró la gestión kirchnerista quedaron a disposición de la Justicia acusados de ser parte de una asociación ilícita que se dedicó, al menos durante 10 años, a recorrer Buenos Aires en busca de bolsos llenos de dinero que entregaban los contratistas de la obra pública.
La expresidenta Cristina Kirchner fue llamada a indagatoria para el 13 de agosto junto con otros exfuncionarios como José María Olazagasti (secretario privado de De Vido ), Oscar Parrilli y Juan Manuel Abal Medina , además de empresarios como Rudy Ulloa Igor y Juan Lascurain.
A las 4:30, varios móviles policiales llegaron al domicilio de Roberto Baratta en pleno barrio de Belgrano. Mientras tanto, una ola de detenciones y allanamientos empezó en la ciudad. Prácticamente todos los colaboradores cercanos del exministro de Planificación Federal quedaron a disposición de la Justicia.
La causa, que investigan el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, involucra a los expresidentes Néstor y Cristina Kirchner , al exministro De Vido y a gran parte de los funcionarios más cercanos que lo acompañaron, pero, además, relaciona a muchas de las compañías constructoras y energéticas más importantes del país que durante años entregaron millones de dólares en efectivo al exsubsecretario de Coordinación y Gestión del ministerio de Planificación Federal. Según la causa, todo lo recaudado terminaba en el domicilio particular del matrimonio Kirchner, en Juncal y Uruguay, en la Quinta de Olivos o en las oficinas de la Jefatura de Gabinete.
Todo empezó con una investigación de tres periodistas de La Nación -Diego Cabot, Candela Ini y Santiago Nasra- sobre la cual la Justicia avanzó desde abril en el chequeo de los miles de registros que un chofer de Baratta tomó durante los 10 años que trabajó para el ministerio. Nombres, montos, direcciones, fechas, lugares y dominios involucrados en la operación fueron compilados por los periodistas: están detallados en ocho cuadernos cuyas copias fueron entregadas por el equipo periodístico al fiscal Stornelli.
Ayer por la tarde, Bonadio detuvo al remisero, Oscar Centeno, autor de todas las notas cuya existencia ignoraban los funcionarios que entonces eran trasladados a retirar los dólares. Si bien Centeno será indagado en la mañana de hoy, de las minuciosas y detalladas anotaciones que escribió se gestó una de las causas que contiene precisiones hasta ahora desconocidas respecto de la operatoria.
Según cálculos de la Fiscalía, solo por el Toyota Corolla que manejó el detenido Centeno pasaron 160 millones de dólares aunque los investigadores coinciden que podrían haber sido alrededor de un 50 por ciento más si se toma en cuenta anotaciones realizadas sin montos concretos.
Los cuadernos contienen miles de detalles que pudieron ser validados por los investigadores judiciales. El dinero viajaba en efectivo hasta dos destinos mientras Néstor Kirchner vivía: la Quinta de Olivos y el departamento de la familia donde reside actualmente la senadora Kirchner cuando está en la Ciudad de Buenos Aires.
Luego de su muerte, y recién en 2013, el remisero regresó al punteo de recorridos. Entonces, la operatoria cambió y se empezó a entregar directamente en autos que utilizaba la Jefatura de Gabinete. Todos los dominios de los automóviles que servían de carteros del dinero están o estaban entonces a nombre de la Jefatura de Gabinete o, en su caso, tenían como titulares a automotrices que los entregaban para ser utilizados en la Presidencia. La recaudación se habría entregado en la mismísima Casa Rosada.
La Nación