Sin entrar en muchos detalles, y tratando de medir sus palabras, Cris Morena hizo una difícil revelación en la mesa de PH: Podemos Hablar. Mientras hablaban sobre abuso sexual, Santiago del Moro, otro de los invitados, preguntó si alguna de las mujeres de la mesa había sufrido en algún momento violencia de género. "¿Violencia de género es también abuso?", indagó la productora.[{adj:77345 alignright}]
Esta inquietud de Morena llamó la atención del conductor del ciclo, Andy Kusnetzoff , quien le pidió permiso para ahondar más en el tema. "No sé si repreguntarte o con eso se entiende todo", le dijo.
"Hay pocas mujeres que no tuvieron abuso. Solo eso te voy a decir. Muy pocas mujeres", expresó Cris muy seria. "Y seguramente muchos varones también, porque a veces uno se olvida que el abuso no tiene sexo. Y hasta ahí llegué".
Cuidando muy bien sus palabras, la creadora de Chiquititas agregó algunos detalles sobre lo que le pasó. "Es muy difícil, sobre todo cuando tenés cinco años. Y hasta aquí llegué", volvió a repetir. "Creo que por eso me dediqué a los niños y a los jóvenes, para tratar de salvarlos en lo que pude".
"Nunca lo dije. No me preguntes más. Fue hace muchos años y estoy sanándolo recién ahora, a esta altura de mi vida", agregó dando por finalizado el tema.
Historias de ascensores
"El ascensor de mi casa tenía espejos en todas las caras, entonces yo miraba y veía miles de Cris de un lado y del otro", contó Morena en un momento del programa, haciendo referencia a la importancia que tuvo el elevador en su infancia y juventud. "Mi primer beso lo dí en un ascensor, era el lugar en donde me cambiaba de ropa para salir porque mis padres se morían si me veían vestida con algo como lo que tengo ahora. Yo me ponía abajo lo que quería y ahí me sacaba todo. Me escapaba de mi casa en el ascensor, desde los dos años".
La productora reveló que sus papás eran muy conservadores y que dentro del hogar había algunos problemas. "En mi casa eran muy estrictos y con mucha... bueno, no importa, era muy difícil", dijo, y se frenó por un instante antes de continuar. "Había algunos problemas que tenían que ver con los espacios de la mente vacíos, con enfermedades que no son físicas, pero graves. Eso provocaba que pasaran cosas que no se entendían".
"Hoy no están ni mi papá ni mi mamá, pero no voy a hablar de eso", agregó dejando en claro que no iba a entrar en detalles. "Venía por la rama femenina y mi miedo era terminar así. Yo creo que el arte me salvó. La psicóloga dice que me salvé yo, pero estoy segura de que el arte sana y salva".
El conductor del programa intentó que Cris ahondara un poco más en el tema, pero ella se negó a hacerlo. "No lo quiero decir porque tengo a mi familia. No quiero", determinó amablemente.
"Hace 12 años volví a ese ascensor, me llevó un amigo. No te puedo explicar lo que lloré, el corazón se me salía del pecho. Nosotros vivíamos en el décimo piso y mi abuelo en el noveno. Yo tenía un gallo que saltaba desde el diez al nueve para despertarlo a la mañana", recordó con una sonrisa en su rostro. "Lo más lindo que tenía mi hogar es que estaba lleno de animales. A mi mamá le encantaban los perros y a mi también".