Por Prof. Marilina Scarlata*, especial para AIM.- La innovación tecnológica avanza, pero a las mujeres les cuesta acompañar ese crecimiento porque enfrentan obstáculos, a veces sutiles y a veces manifiestos, en el acceso a trabajos y en el progreso en su desarrollo profesional.[{adj:48177 alignright}]
Ana Inés Basco y Cecilia Lavena, en conjunto con el equipo de Chicas en Tecnología, son las autoras del estudio de investigación que figura en la Nota Técnica del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) N° 1644 y que denominaron Un potencial con barreras: la participación de las mujeres en el área de ciencia y tecnología en Argentina. Recomiendo su lectura, a la que se accede vía Internet.
Aclaro que Chicas en Tecnología es una ONG con programas e iniciativas que motivan, forman y acompañan a adolescentes y jóvenes innovadoras y con inquietudes sobre emprendedorismo y tecnología, que depende del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación.
El trabajo mencionado es producto de una minuciosa investigación sobre la brecha de género en el mundo laboral, con pie en la participación de las mujeres en el área de la ciencia y la tecnología.
Se destaca en el prólogo, que aun siendo muy significativo el crecimiento del sector de servicios básicos en conocimiento -que incluye el área de servicios informáticos - en la región de América Latina y el Caribe y sin ser Argentina una excepción, se manifiesta, la brecha de género que existe en la intervención de mujeres provenientes de carreras Ctim (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática).
El relevamiento se realizó en Argentina, en 80 instituciones universitarias e institutos académicos y se tomaron en cuenta testimonios reales de mujeres que han experimentado o experimentan las consecuencias de esta brecha.
Voy a agregar que gráficamente se puede visualizar la desigualdad entre hombres y mujeres en el mundo laboral, que señalan las autoras en su investigación, acudiendo a las expresiones “Pisos pegajosos” y “Techos de cristal”, aparecidas en la década del ’80 en Estados Unidos.
Estas expresiones hacen referencia a hechos sucedidos en trabajos ejecutivos, sin embargo se ha extendido a todos los ámbitos observándose particularmente en el ámbito de la ciencia y del deporte.
Particularmente otorgo el siguiente significado, en virtud de mis interpretaciones. Creo que las mujeres que trabajan, sutilmente “son llevadas” a un estancamiento que no les permite ascender. En vez de ser reconocidas por su experiencia y preparación en un puesto para ser promovidas al siguiente, quedan “conservadas” en el puesto en el que están, por ejemplo, cuando deciden ser madres.
Este sería un caso de “techo de cristal”.
En cuanto a los “pisos pegajosos” creo que aluden a que las tareas domésticas y de cuidado de la familia y el hogar, parecieran estar atadas sólo a las mujeres y obran como un obstáculo para la promoción de muchas de ellas en sus trabajos, ya que algunas empresas u organizaciones estarían haciendo notar que el equilibrio entre trabajar dentro y fuera de la casa, sería un obstáculo para ascender, aunque ellas estén listas para el desafío.
Los motivos de la desigualdad en los ambientes de trabajo no tienen nada que ver con aspectos legales, hoy en día todas las organizaciones han incluido al menos en la teoría, a la mujer como opción en sus organigramas. No obstante, son preconceptos sostenidos en el marco del corporativismo masculino, que no abandona ideas patriarcales.
En ese sentido, el estudio de Ana y Cecilia y sus colaboradoras, supone un aporte para universidades y ambientes laborales, en cuanto a reconocer dificultades, promover cambios y favorecer el impulso y la toma de decisiones en favor de minimizar la brecha señalada. Sería el derribamiento de las barreras para el potencial femenino en existencia.
* Prof. Marilina Scarlata
Especializada en la Enseñanza de las Ciencias Naturales
Directora de divulgación científica de la Asociación de Amigos de Parques Nacionales