La bisnieta de Martiniano Leguizamón, Selva Echagüe, y su hija, Jimena González Echagüe, donaron hoy objetos pertenecientes al escritor entrerriano, registró AIM. Ambas visitaron el museo histórico de Paraná, que lleva su nombre, y participaron de un acto en el que, recibidas por funcionarios provinciales, entregaron un poncho, un sello para lacrar, una marca de yerra, libros y manuscritos pertenecientes a uno de los personajes más importantes de la literatura, la enseñanza y la historia cultural de Entre Ríos.
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De la ceremonia participaron, entre otros, la secretaria de Turismo y Cultura, Carolina Gailliard, el director del Museo Histórico Martiniano Leguizamón, Rubén Clavenzani, el Asesor Cultural de la provincia, Roberto Romani, Mariel Ávila, esposa del gobernador Gustavo Bordet, y otros funcionarios provinciales de distintas reparticiones.
En conferencia de prensa, Gailliard destacó que “la donación del poncho de Martiniano es un acto muy significativo” y que “hay una decisión del gobernador de abrir al público todos estos espacios (en relación a los museos).
Por otro lado, Romani dijo que “desde el Gobierno, es un compromiso enorme seguir manteniendo el legado de Martiniano Leguizamón” quien fue “una de las figuras más trascendentes de la historia cultural de Entre Ríos y el país”. Asimismo, se refirió al estreno de una de las obras literarias más importantes de Leguizamón, Las aventuras del gaucho Calandria, en 1896, como así también a la poesía, el teatro, la narración y el desempeño de Martiniano “asumiendo funciones públicas en los ministerios de Hacienda y Educación de la Nación”. Por último, Romani destacó una de las frases más imporantes del escritor: “‘Lo argentino se va y es urgente recuperarlo’”.
Leguizamón nació en Rosario del Tala el 28 de abril de 1858 y murió en Buenos Aires el 26 de marzo de 1935.
Las donaciones[{adj:30868 alignleft}]Selva Echagüe detalló que las donaciones son, además del poncho pampa, algunos manuscritos “que todavía teníamos en la familia, el sello con el que lacraba sus cartas, la marca de ganado de la familia, algunos libros en primera edición dedicados a sus hijos, y otros documentos más. Eran seguramente los últimos objetos que quedaban de la colección personal de él y que nos sentimos muy tranquilos que quede en este museo”.
Por otra parte, consultada por AIM, Jimena González Echagüe, tataranieta de Martiniano, dijo que “el poncho vino de la ciudad de Nueva York, donde nosotros vivimos, y teníamos nuestra casa en Bruselas (Bélgica), o sea que de allí fue a Estados Unidos y ahora a Paraná, donde se quedará”
—¿Le va a costar a usted desprenderse de este objeto?
—Cuando lo vi expuesto por primera vez en este museo me emocioné muchísimo. Pero sé que aquí va a estar mejor que en ningún otro lado.[{adj:30870 alignright}]El acto de donación se inició con las firmas de las actas de donación, donde el director del museo y las descendientes de Martiniano legalizaron el traspaso de los objetos. En este marco, Clavenzani recordó que “el museo histórico que lleva el nombre de Martiniano Leguizamón tomó un gran impulso a partir de la primera donación que fue efectuada por los hijos del escritor: Una biblioteca de más de 3.000 volúmenes.
Cabe destacar que, actualmente, un gran porcentaje del museo se compone de objetos pertenecientes al patrimonio de Leguizamón, entre ellos una de las colecciones de platería más importante del país, y otra de alrededor de 50 ejemplares de mate.
Por otra parte, Selva Echagüe contó que la decisión definitiva de hacer esta última donación surgió a partir de la visita que ella hizo al museo, y en la que vio a tres estudiantes extranjeros realizando actividades e investigaciones museológicas: “Ese es el sentido del museo, que el material pueda ser visto y consultado”.[{adj:30869 alignleft}]Los momentos finales del acto estuvieron cargados de arte regional con la participación de José Bulos en piano y Chela Martínez en flauta traversa, quienes interpretaron el chamamé de Edmundo Pérez Alborada y melodía. A este cálido momento musical le siguió la irrupción repentina, y para sorpresa de muchos presentes, de parte del elenco teatral Calandria, quienes interpretaron un fragmento de Las aventuras del gaucho Calandria, de Martiniano, con vestuarios, música y un extraordinario contacto con el público que supo corresponder con múltiples aplausos.