Según contó a AIM la referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Rosario, Victoria Clerici, en los últimos tres años “se multiplicó” la cantidad de trabajadores de la calle, calculados en decenas de miles. Explicó que la situación de estas personas es crítica, no solo porque diariamente deben preocuparse por sobrevivir, sino porque además “deben cuidarse de la persecución policial y estatal”. Un caso llamativo es el de los cartoneros, quienes además de sufrir tal angustia cotidiana, “realizan de forma involuntaria un trabajo fundamental para que no rebalsen los rellenos sanitarios”.
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El 17 de mayo se conmemora el Día Internacional del Reciclaje, fecha oportuna para reflejar (sin ahorrarse un dejo de sarcasmo) la situación de decena de miles de argentinos que diariamente aportan al cuidado del medio ambiente con labores no reconocidas por el Estado, como la de los cartoneros.
Clerici explica que estas personas “realizan un trabajo no reconocido que tiene que ver con el favorecimiento de la higiene urbana”. “Es gracias a su labor que los rellenos sanitarios no están rebalsando, aportando así una serie de beneficios para la comunidad de forma indirecta, mientras intentan sobrevivir”, explicó.
La situación de los trabajadores excluidos tampoco escapa al contexto económico y político que atraviesa el país. Según explicó la referente del MTE, son tres los factores que agravan el estado de este sector: la menor cantidad de basura en las calles por una baja en el consumo de la clase media, la “competencia” generada por un mayor número de personas en la calle, y la profundización de controles estatales y de persecución policiaca.
“La situación está muy complicada. La coyuntura nacional afecta el consumo de la clase media y media baja, lo que perjudica a todos los estratos que están por debajo. También el problema se agudiza porque cada vez hay más trabajadores en las calles, incluidos aquellos que habían encontrado otra forma de subsistencia y hoy vuelven a agarrar sus caballos. Además debe sumarse el problema de la persecución, que en la provincia de Santa Fe es muy fuerte”, detalló Clerici.
Finalmente, criticó “la falta de políticas públicas por parte del gobierno democrático”. El Estado “piensa esta problemática desde el punto de vista de explotar el negocio de la basura, sin contemplar el trabajo que ya realizan los trabajadores excluidos”.