La empresa Resyder (de Gualeguaychú) denunció a AIM que “desde hace casi dos meses se lentificaron sus procesos productivos” por medidas de fuerza que promueve el sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas-Zárate para imponer un acuerdo salarial “en condiciones leoninas y ajenas a la realidad”.
Desde la empresa comunicaron a esta Agencia que Resyder “cumplió y cumple en la actualidad con todas las normas del Derecho de Trabajo en cuanto a salarios de convenio, normas de higiene y seguridad, contratación de los seguros correspondientes, pagos de sueldos en término, respeto y acatamiento a las inspecciones de las autoridades administrativas laborales, sin perjuicio de lógicos atrasos derivados de la fenomenal crisis económica previa y agravada por la pandemia del Covid-19”.
En ese marco, indicaron que Resyder (pequeña Pyme que da trabajo directo a más de 20 trabajadores), “es víctima de extorsivos ‘quites de colaboración’ y ‘asambleas’ por parte del gremio, ‘medidas’, que aplicaron al Polo Químico y Petroquímico productivo de Gualeguaychú y el de Zárate – Campana, hasta tanto las empresa no firmen un nuevo convenio paritario salarial en condiciones leoninas y ajenas a la realidad, que quisieron y quieren imponer, unilateralmente, sin negociación alguna”.
Al respecto, dijeron que “la realidad es que Resyder sufre, desde hace casi dos meses, la lentificación o paralización de sus procesos productivos, lo que genera solo el 30 por ciento del total que se realiza en tiempos normales, situación que ha originado la imposibilidad de cumplir como proveedor de otras empresas, además de afectar una parte importante de sus exportaciones ya concretadas, preciado tesoro de la economía nacional, que se encuentra casi paralizado y desaprovechado por la abusiva medida”.
Además, remarcaron que la empresa “cumplió con el pago de los haberes totales de los trabajadores. Sin embargo, sufrió una retención de servicios -virtual paro- por una demora en acreditarse el aporte salarial del Estado, que por otra parte se cubrió, inmediatamente”.
Conciliación obligatoria
Ante este escenario, Resyder “solicitó se dicte una Conciliación Obligatoria por parte del ministerio de Trabajo de la Nación y ante la secretaría de Trabajo de Entre Ríos, previo a los hechos del 7 de julio, pidiendo que se revean los manifiestos quites de colaboración y cesen las referidas asambleas, y que los operarios vuelvan a trabajar en las condiciones normales y habituales en que lo hacían hasta que la Empresa se negara a firmar el nuevo convenio paritario, con las condiciones que, unilateralmente, pretendía y pretende imponer el gremio”.
“Ante una nueva retención de servicios -virtual paro- en el día de ayer, sin compeler a los trabajadores a que desistan de la medida, pero debido a compromisos comerciales contraídos con anterioridad, a través de personal jerárquico intentó realizar la carga de una exportación de trementina, producto esencial en la pandemia, que debía salir hoy, 8 de junio de 2020, al mediodía, desde el Puerto de Buenos Aires con destino a la República de la India. El personal agremiado impidió esa carga al camión que se encontraba en la fábrica, cortando el proceso ya iniciado por el resto de trabajadores, sustrayendo la manguera que permitía realizar el mismo y amenazando al chofer del vehículo. Eso impulsó las pertinentes denuncias policiales y penales a la Fiscalía en turno, en atención a la coerción, interrupción e impedimento de las tareas al personal afectado para ello, que generó la intervención de la Justicia para permitirle cumplir a la Empresa con sus obligaciones comerciales”, aclararon.
En ese marco, lamentaron que Resyder “vivió en sus instalaciones fabriles momentos de zozobra y de riesgo, siendo agredidos un escribano, quien constataba la situación, personal jerárquico de la empresa e inclusive, miembros de las fuerzas policiales”.
“La verdad es que Resyder puso en conocimiento de funcionarios municipales, provinciales y nacionales, de éstos y de los anteriores gobiernos, de los riesgos que corren las fuentes de trabajo de muchas familias con este tipo de acciones. Toda la comunidad de Gualeguaychú, debe tomar conciencia que el accionar sistemático y destructivo de los representantes sindicales de algunos gremios, bajo pretexto de la defensa de los derechos de los trabajadores, ha generado la casi nula radicación de empresas en los últimos 10 años en el Parque Industrial, la ausencia de recomendación de la instalación de fábricas en la zona por las dificultades que enfrentarán y la pérdida masiva de fuentes de trabajo. Quien posee un capital busca destinos donde, unidas, las fuerzas políticas, comunitarias y sindicales alientan la presencia de empresas que aumenten el volumen de gente empleada, siendo conscientes que la industria es la principal fuente de dignificación de la persona a través de un trabajo genuino. Tal vez, cuando se reaccione sea tarde y tengamos un Parque Industrial desvastado y niveles de desocupación que generen mucho más pobreza que la ya existente en nuestra sociedad”, dijeron.