En Paraná, como en otras grandes ciudades, la quema de basura se transforma diariamente en un problema para la salud, el medio ambiente y los ecosistemas. Los minibasurales no terminan de ser erradicados, los contenedores no dan abasto y al ser incinerados crece el peligro, ya que además, en muchas ocasiones el viento aviva el fuego, por lo que la situación puede volverse inmanejable y se necesita si o si, la intervención de los Bomberos, constató AIM.
La contaminación es una alteración nociva del estado natural de un medio, que surge como consecuencia de la introducción de un agente totalmente ajeno a ese medio, conocido como contaminante. Éste provoca inestabilidad, desorden, daño o malestar en un ecosistema, en el medio ambiente, o en un ser vivo. Por ello, cuando hablamos de medio ambiente, nos referimos al lugar donde vivimos. Pero nosotros, al envenenarlo, lo estamos matando lentamente. Este envenenamiento ocurre cuando no somos responsables al desechar nuestra basura.
En muchos lugares de nuestro país, aún existe la mala costumbre de quemar basura en casa o basureros clandestinos y Paraná no es la excepción. Muchos vecinos continúan llevando adelante esta práctica, sin saber que esto deja efectos negativos al medio ambiente, en nuestra salud y la de nuestros seres queridos. Al quemar basura, se liberan tóxicos y sustancias como: plomo, cadmio, mercurio, gases de efecto invernadero, gases ácidos y partículas finas, que pueden resultar altamente cancerígenas.
Además de las causas nocivas para la salud, la quema de basura, puede exacerbar el fuego y provocar incendios de pastizales o hierba, que se pueden extender a zonas habitadas. En la capital entrerriana, este escenario se ve habitualmente, sobre todo en esta época donde las hojas secas empiezan a multiplicarse y el viento suele soplar con más frecuencia. Las llamas pueden propagarse de manera más rápida que lo normal, por lo que es importante actuar con responsabilidad, y realizar una correcta eliminación de nuestros residuos.
La quema de basura se ha convertido en una alteración negativa al estado natural del medio y, por lo general, se genera como consecuencia del desinterés por el cuidado hacia el medio ambiente. Por tal motivo, en diferentes estados del país, existen multas para las personas que sean sorprendidas quemando basura al aire libre, esas medidas pretenden mitigar el esparcimiento de sustancias nocivas para la salud.
Evitar la quema de basura, y participar en la reforestación en nuestra comunidad, puede sumar a la disminución de emisiones de sustancias negativas para la salud y el medio ambiente. Recuerda que debes ser responsable cuando deseches tus residuos, pero ten en cuenta, que también podemos reutilizar el papel, el cartón, los recipientes de plástico, de vidrio y colocar la basura en botes o recipientes con tapa, entre otras acciones, y claro, compartir esta información con nuestros familiares y amigos para que todos protejamos el medio en el que vivimos.
Puede provocar afecciones respiratorias, reacciones alérgicas y hasta obstrucción pulmonar y cáncer de pulmón.
Los más vulnerables son niños y embarazadas.
La incineración de las basuras, práctica común en los barrios de nuestra sociedad, contribuye a producir ambientes contaminados de humo. Esta práctica es perjudicial para el organismo. La inhalación tanto del humo de tabaco como el producido a través de la quema de basuras, son factores que influyen negativamente en la salud de toda persona por lo que alienta no llevarla a cabo.
El ambiente contaminado con partículas, producto de quema de basuras o de cigarrillos, puede provocar afecciones respiratorias, desde reacciones alérgicas hasta cuadros más severos como la obstrucción pulmonar y el cáncer de pulmón, estos últimos casos ocurren cuando el nivel de toxicidad llega a su etapa crónica.
El ambiente se contamina cuando existe una quema, sin importar el contenido del desecho: hojarascas o sustancias tóxicas; por supuesto, si lo que se incinera son sustancias tóxicas, el nivel de perjuicio en el organismo es mayor.
Cabe resaltar que este tipo de prácticas puede afectar tanto a personas consideradas sanas como a las enfermas.
El grupo más vulnerable en este aspecto son los/as niños/as y las embarazadas. Se advierte que en el caso de las embarazadas es doblemente perjudicial, ya que el humo que la gestante respira va a parar al torrente sanguíneo y esta toxicidad llega al bebé a través del cordón umbilical. Esto no solo acarrea problemas respiratorios en la criatura al nacer, sino hasta malformaciones.
También se ven comprometidas las personas que padecen afecciones cardiovasculares y principalmente aquellas que presenten dificultad para respirar.
Tanto el humo de tabaco como el producido a través de la incineración de basuras, son factores que influyen en la salud de toda persona, sin importar la edad, y puede desencadenar en una descompensación cardiaca.
Está visto que en la ciudad definitivamente no se puede realizar este tipo de práctica que contribuye a la contaminación ambiental.