Como parte del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, fue inaugurada la Huerta Urbana del Hogar de Protección Integral Inés Londra que depende de la Secretaría de Mujeres, Género y Diversidad del Ministerio de Desarrollo Social.
La Huerta Urbana, realizada de manera grupal durante la pandemia, nuclea a talleristas externas, mujeres que actualmente están transitando el hogar y el equipo técnico, quienes cuentan con asesoramiento por parte del gobierno municipal de Paraná para el tratamiento de la tierra, siembra y cosecha de las verduras que han elegido para esta temporada.
La iniciativa se plantea, a través del cuidado y el cultivo, como un espacio terapéutico y de aprendizaje para las mujeres que transitan el hogar, egresadas del mismo y talleristas externas. En cuanto a las cosechas, las verduras en parte son utilizadas en las comidas diarias de la institución, mientras que otra parte se destina al consumo propio de las mujeres que participan de manera externa.
La coordinadora del Hogar, Aimé Flores, explicó: “La huerta es un espacio terapéutico que nos separa de los conflictos y los momentos difíciles y nos muestra la esperanza de trabajar con nuestras manos, generando y produciendo lo que necesitamos. La mejor forma de construir vida sin violencias es a través de la autonomía, y la huerta propicia eso. Es una autonomía que nos aferra a la vida, porque la tierra nos enseña mucho, lo que una planta no sale al otro día, tiene un proceso, lleva trabajo, tiempo y dedicación para dejar la tierra fértil, y ver cómo crece lo que plantamos. Todo esto es muy significativo, porque es lo que intentamos transmitir, y la huerta es muy simbólica en ese sentido”.
“Además la articulación con la Nación y el municipio, nos permitieron llevar adelante esta política pública en el marco de un Hogar de Protección que no es tan sencillo, porque algunas situaciones son muy graves y junto a las urgencias a veces, es difícil generar nuevos ámbitos de desarrollo para las mujeres”, agregó la funcionaria.
En el salón de usos múltiples del hogar, las asistentes compartieron un audiovisual que recoge testimonios de trabajadoras y talleristas externas del hogar, y compartieron las distintas experiencias y vivencias que surgieron a partir del trabajo comunitario en ese espacio.
Desde el equipo técnico del Inés Londra, la psicóloga Tania González, sostuvo: “El proyecto huerta está pensando con un grupo de trabajadores y trabajadoras de la institución, que se piensa como un espacio terapéutico, laboral y ocupacional”.
En esa línea, Jésica Lorenzon, trabajadora social y operadora del hogar, compartió: “Para nosotros a nivel institucional, es importante esta iniciativa no solamente por el trabajo en la tierra, si no que pensamos tres ejes importantes que tienen que ver con la soberanía alimentaria, con la economía social y sobre todo con los derechos”.
A través de turnos de trabajo, riego y con distintos roles, el grupo lleva adelante la siembra de verduras tales como remolacha, zapallito, calabaza, lechuga y hortalizas.