La Municipalidad de Pueblo Liebig ordenó el corte de luz a planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de la cooperativa Tierra de Palmares y la ciudad se quedó sin tratamiento de la basura por una medida gremial. “Queremos renegociar el contrato de concesión”, afirmó a AIM el responsable de la planta, Sebastían Ojeda. Actualmente 14 familias integran la organización.
El intendente de Pueblo Liebig, Julio Pintos (Frente Creer), declaró públicamente “la guerra” a los trabajadores de la economía circular que integran la cooperativa Tierra de Palmares, que está a cargo de la planta de tratamiento de residuos de la ciudad.
La trama es compleja y sería una puesta en escena de Pintos para quitar la concesión del servicio al sistema cooperativo para que lo gestione una empresa privada. Con ese objetivo, el municipio solicitó a la Empresa de Energía de Entre Ríos (Enersa) la baja del servicio eléctrico a la cooperativa, lo que paralizó la planta el jueves pasado.
Ante ese escenario, los integrantes de la cooperativa impiden desde hoy el ingreso de basura al predio donde se depositan los residuos “para evitar que se contamine el lugar, ya que un mal tratamiento perjudicará el medio ambiente”, contó a esta Agencia Ojeda, quien remarcó que “antes la basura terminaba en el río y hoy se logró que los residuos no contaminen como lo hacían”.
En ese sentido, Ojeda lamentó la actitud del Ejecutivo local, ya que los cooperativistas están dispuestos al diálogo para encontrar una solución al conflicto: “Pedimos renegociar el contrato de concesión, pero queremos se reconozca nuestro trabajo, ya que todo el proceso de tratamiento de residuos sólidos urbanos está a cargo nuestro y el municipio: ‘bien, gracias’”.
“Pedimos una negociación equitativa y para llegar a un acuerdo justo para las dos partes promovemos el diálogo desde hace tiempo por diferentes vías, el que, lamentablemente, el municipio no accedió”, dijo Ojeda.
Al respecto, detalló que Tierra de Palmares plantea dos alternativas para solucionar el conflicto: el pago de la factura eléctrica por parte del Estado o el pago de un canon por tonelada de basura recibida mensualmente.
Por otro lado, reclaman que el municipio promueva la separación en origen, es decir, “que el Estado Municipal cumpla con la cláusula cinco del contrato de concesión en la cual asume la responsabilidad de implementar la clasificación en origen , recolección diferenciada, implementación de centros de acopio o puntos verdes y campañas de concientización, ya que, hasta el momento, se recibe todo mezclado y por consecuencia implica un trabajo enorme para los trabajadores que demora e incluso muchas veces impide la recuperación del material”, contó Ojeda.
También, apuntó que piden que el municipio “ponga a disposición de la cooperativa en forma semanal una retroexcavadora o maquinaria similar a los fines de desenterrar los residuos; que se convoque inmediatamente al Consejo Deliberante a los fines de aprobar las modificaciones”.
“Nosotros no tenemos ninguna ideología, solo defendemos nuestras fuentes de trabajo y cuidamos el medio ambiente, por lo que queremos sentarnos a buscar una solución que nos permita seguir realizando nuestra labor, por lo que esperamos que las autoridades provinciales intercedan para poder zanjar este conflicto”, remarcó Ojeda