El 6 de julio de 1885 Luis Pasteur aplicó por primera vez su vacuna contra la rabia o hidrofobia, enfermedad que hasta entonces era invariablemente mortal y se transmite por la mordedura de perros y otros animales enfermos.
Ese día en 1885, Pasteur, que no era médico, puso a prueba su vacuna contra la rabia por primera vez. La rabia es una terrible enfermedad que ataca los nervios y el cerebro. Algunos animales, como los perros y los roedores, transmiten el virus de la rabia a los seres humanos.
Pasteur investigaba una manera de proteger a los perros de la rabia cuando el niño de nueve años Joseph Meister vino a pedirle ayuda. Un perro rabioso lo había mordido y el muchacho estaba muy enfermo. Aunque pensaba que su vacuna aún no estaba lista para los seres humanos, Pasteur le puso una inyección al niño. Pronto el jovencito se recuperó y Pasteur se convirtió en héroe nacional. La rabia, cuyo pronóstico mortal era seguro hasta entonces, había sido vencida por primera vez.