Durante las últimas dos semanas se registró un incremento en la cantidad de inquilinos que se presentan en la Defensoría del Pueblo para ser asesorados por dificultades en sostener el pago del alquiler, informó a AIM el referente del Programa de Atención a Inquilinos de la Defensoría del Pueblo, Gabriel Soca.
Las consultas vinculadas a la dificultad en sostener el pago del alquiler, formuladas por inquilinos ante el Programa de Atención a Inquilinos de la Defensoría del Pueblo, vienen creciendo sostenidamente desde hace un año y medio. En marzo de 2018, dos de cada diez inquilinos se presentaban para consultar por este tema mientras que, en agosto de este año, esa cifra creció a cuatro de cada diez (41,22 por ciento).
Detrás se ubicaron: Problemas edilicios, retención indebida de depósito, impuestos y servicios públicos, consultas previas a alquilar, problemas con el intermediario y otros.
El informe de la Defensoría al que tuvo acceso AIM indicó que la dificultad para sostener el pago del alquiler se manifiesta de distintas maneras. La consulta mayoritaria dentro de esta categoría es la rescisión anticipada del contrato.
“La necesidad de rescindir tiene que ver con situaciones inesperadas, como la pérdida del empleo o con el deterioro del poder adquisitivo que, sumado al aumento del alquiler, les impide mantener niveles elementales de consumo”, afirmó el director del Programa de Atención a Inquilinos de la Defensoría del Pueblo, Fernando Muñoz.
Quienes están en esta situación buscan una salida cambiando comodidad por precio. “Se mudan a departamentos más chicos o alquilan una habitación en una vivienda familiar o en un hotel. También hay una tendencia al hacinamiento, familiares o amigos que acuerdan vivir juntos, jóvenes que regresan a la casa de los padres o jubilados que se mudan a la casa de sus hijos”.
Según pudo saber AIM, otra situación frecuente es la imposibilidad de renovar el alquiler. Cuando culmina el último mes del contrato y los inquilinos reciben propuestas que no pueden afrontar (del orden del 40 al 70 por ciento de aumento, con ajustes semestrales del 18 por ciento), se acercan a consultar cómo extender el contrato y ganar algo de tiempo para mudarse.
“Generalmente los propietarios y las inmobiliarias informan el precio de la renovación a último momento. Esto genera una angustia en los inquilinos que no esperan un aumento tan drástico y se dan cuenta de un momento para el siguiente que tienen que salir a buscar un lugar donde vivir”, afirmó Muñoz.
Expensas
La dificultad para pagar las expensas se convirtió en otra de las principales causas para finalizar anticipadamente el contrato. Las expensas extraordinarias desaparecieron de las liquidaciones. Esto implica un traslado de todos los gastos del edificio al bolsillo del inquilino que, a pesar de tener un contrato por solo 24 meses, se hace cargo del cambio de la caldera, la renovación de las cañerías o la pintura exterior del edificio.
Retención de depósito
En línea con este cambio en las consultas recibidas por el Programa de Atención a Inquilinos, siguen siendo numerosas las consultas por falta de devolución del depósito en garantía. Está muy extendida la práctica de inmobiliarias y locadores de no restituir ese dinero alegando roturas o deterioros en la vivienda que no fueron constatadas durante la entrega de llaves. A esta altura, resulta atípico encontrar inquilinos a los cuales les hayan devuelto el dinero sin que lo reclamen con insistencia, ya sea a través de cartas documento, mediaciones u otros mecanismos formales.
Problemas edilicios
Seis de cada diez inmuebles en alquiler en la Ciudad de Buenos Aires tienen una antigüedad de más de 30 años. La conservación de la vivienda por parte del propietario, que obtiene una renta mensual por ese inmueble, es una de las obligaciones principales de las relaciones de alquiler. Sin embargo, son numerosas las consultas por filtraciones, humedad y arreglos generales que son postergados en el tiempo, afectando la calidad de vida de los inquilinos.
Servicios públicos
También son numerosas las consultas por corte en el suministro de gas. Las obras de adecuación suelen demorar meses y es habitual que el locador se niegue a realizar los arreglos, suministrar artefactos eléctricos y hacer un descuento en el precio del alquiler.
“El corte de gas se convirtió en una suerte de lotería. Muchos inquilinos firman el contrato y luego se encuentra en la circunstancia de perder uno de los servicios esenciales para que se cumpla la condición de vivienda digna. Cuando esto sucede, alimentarse, higienizarse y calefaccionarse se hace más caro y difícil. Mientras las comodidades disminuyen, los gastos se amplían”, dijo Muñoz.
En estos casos es fundamental saber que los inquilinos no deben seguir pagando el mismo precio cuando le cortan el suministro de gas. El Código Civil prevé un descuento en el canon locativo desde el momento en que la empresa prestataria cortó el servicio, hasta el día que lo restituye. A pesar de estar explícitamente legislado, muchos locadores no lo cumplen. A eso se debe el importante volumen de consultas vinculadas con este tema.