En estas vacaciones de invierno, que para algunas provincias aún continúan, muchas personas decidieron tomarse unos días y viajar. Estas semanas siempre son una buena oportunidad para hacer una escapada a cualquier lado para descansar. Que nada te angustie, cualquier día que salgas de la rutina y donde sea, es muy beneficioso para tu salud. Aprovechá el buen tiempo y deja el sofá para el invierno.
El viajar trae muchas ventajas para nuestra salud física y mental. En esta nota, algunos aspectos a tener en cuenta.
-Viajar nos enriquece culturalmente. Conocemos monumentos, diferentes alimentos, idiomas, clima, personas. Aprendemos que no todo es como lo que conocemos y nos ayuda a abrir la mente.
– Nos convierte en personas más tolerantes y respetuosas. Al haber conocido a gente completamente distinta a nosotros, esto nos dará una visión más cosmopolita del mundo en el que vivimos. Estos no son mejores ni peores, sino que simplemente son diferentes, estaremos en una cultura muy diferente a la nuestra y seremos nosotros los que tendremos que adaptarnos los días que convivamos en esa cultura esto nos hará prender a respetarla.
-Mejora la habilidad mental. Fomenta la creatividad y nueva visión de solución de problemas. Al viajar nos sometemos a nuevas experiencias lo que hará que busquemos creativas soluciones, aprendamos a desenvolvernos en un ambiente o idioma muy diferente al nuestro. Esto nos ayuda a la hora de volver al trabajo a ver las cosas de otra manera desarrollando según estudios de neurociencia nuevos caminos y formas de pensar.
-Valoramos más lo que tenemos. Al regresar a casa tras un largo viaje valoramos más nuestra cultura, nuestra situación y lo bueno que tenemos en nuestro país. Si comparamos nuestro país con otros del mundo podremos ver que no estamos tan mal como creemos y lo valoraremos más.
– Reduce el estrés. Tenemos más tiempo libre, podemos hacer cosas que nos gusta que normalmente no tenemos tiempo. Dejamos sorprender a nuestro cerebro con cosas nuevas y mejorarnos las relaciones con nuestra familia o amigos durante el viaje. Durante un viaje se “depura” la mente y se vuelve a la rutina con las pilas cargadas.
-Mejora las relaciones sociales y ayuda a superar la depresión. Al viajar tendremos que pedir ayuda a otras personas, hablar con ellos, buscar sitios nuevos, se hacen amigos y se mejorar las habilidades sociales. Esto es muy positivo para las personas con depresión ya que suelen ser personas solitarias y rompen con su vida para tener una vida nueva aunque sea por unos días.
-Mejora la actividad física. Al viajar y visitar monumentos, ciudades, etc. Tenemos que andar y “patear” ciudades. Esto es beneficioso para nuestra salud sobre todo en la vida sedentaria que tenemos hoy en día.