Muchas veredas siguen cubiertas de hojas multicolores, pero si bien la imagen puede ser muy bella, para otros esto se vuelve un problema. ¿Qué puedo hacer con la hojarasca? ¿Cómo evito hacer quemas y generar situaciones peligrosas o malos olores por el humo? En esta nota de AIM, algunas ideas.
Las hojas caen de los árboles, pero si llueve o hay rocío, se mojan en el piso y mojadas son peligrosas en un patio o zonas enlosadas, pues forman una resbaladiza alfombra marrón. Por esta razón, conviene retirar las hojas de todos los senderos.
También es conveniente retirar las hojas caídas sobre brotes tiernos, hierba, plantas de hoja perenne y césped, pues las plantas pueden pudrirse como reacción a las hojas húmedas. La falta de luz provoca feas manchas marrones en el césped.
Sin embargo, a veces las hojas no molestan. Puede permitirse una acumulación de hasta 10 cm bajo los árboles, matas, arbustos y en arriates desbrozados de flores y verduras, por ejemplo. Lo ideal es apilar con cuidado las hojas en arriates con una garra de jardín y cubrirlas con algo de tierra para que el viento no las disperse y acelerar así el proceso de descomposición. Con estas acciones conseguirá la rápida formación de humus fresco y rico que ayudará a las plantas a florecer en toda su gloria la próxima primavera. Las hojas de rápida descomposición de arbustos florales y plantas frutales son perfectas para este procedimiento, que se conoce como compostaje en tierra. Con este método enormemente sensato se aprovechan grandes cantidades de hojas para obtener fertilizantes ecológicos de los nutrientes de hojas y recortes. Una cobertura de hojas sobre las plantas las mantiene calientes y aisladas, protegiéndolas de las frías temperaturas. No olvide eliminar las hojas restantes en primavera para permitir a las plantas acceder a suficiente oxígeno fresco y a la luz solar.
Como hemos visto, las hojas no son solo basura molesta que debamos eliminar de nuestros jardines. De hecho, son todo lo contrario: con los consejos y trucos adecuados, usted podrá ahorrar mucho dinero en humus y fertilizante.
Hojas en piscinas
No podemos evitar que las hojas caigan también en algún estanque, pileta o fuentes de los jardines, sin embargo, tenemos que retirarlas rápidamente porque consumen el oxígeno del agua y producen gases nocivos para los organismos acuáticos. Lo mejor es poner una lona que cubra el lugar ya que los organismos y las plantas acuáticas se refugian del frio en los lodos acumulados.
Hojas en el césped
Las hojas que caen encima del césped provocan manchas amarillas ya que al no recibir aire en la parte de abajo se pudren. Por lo tanto, hay que pasar el cortacésped por toda la superficie e ir recogiendo las hojas que hayan caído. Además, lo positivo de esta labor es que la mezcla de hojas con césped nos da un compost excelente.
Hojas muy valiosas
Quien tiene un jardín grande, sabe lo engorroso que es el otoño con las hojas que caen de los árboles, aunque sería una pena deshacerse de ellas porque tienen muchos nutrientes. Sirven como fertilizante y como protección contra heladas en los parterres. Además, nos pueden dar un compost muy bueno si al año siguiente también hay restos orgánicos de comida y césped. Ni que decir tienen que si las hojas vienen de árboles enfermos las tenemos que tirar a la fuerza.
Quitar las hojas de lugares clave
En algunos lugares, como por ejemplo los canalones del agua, las hojas pueden ocasionar desperfectos por obstrucción. Tenemos que procurar que antes del invierno todo esté bien libre de hojas. También podemos poner mallas o redes para que las hojas no lleguen a los lugares en los que puede ocasionar deterioros.
La naturaleza nos regala recursos infinitos, pero hay estaciones del año especialmente bellas. Cuando llega el otoño y los árboles se desprenden de las hojas para ahorrar energía, podemos recogerlas y realizar mil y una actividades con ellas. Aquí te dejamos algunas ideas:
Ramo de flores secas
Para decorar tu casa a tu gusto nada mejor que hacerlo uno mismo. Recoge las hojas que más te gusten, combinando colores amarillos, verdes, marrones o rojos y confecciona un precioso ramo. Un truco: para que no pierdan brillo y se marchiten rocíalas con un poco de laca.
Herbario
Una forma de aprender las especies de árboles que nos rodean es coleccionando sus hojas. Te sorprenderá ver la variedad que hay en tu ciudad. Colócalas en álbumes de fotos (mejor en uno que tenga hojas adhesivas para conservan mejor las hojas) con una etiqueta de la especie y el lugar de recogida. Tendrás un bonito recuerdo de tus paseos o escapadas campestres.
Adornos de Navidad
Si nos gusta decorar la casa en Navidad… hay que ir preparándose en otoño. Por ejemplo, este año puedes pintar las hojas caídas de los árboles para decorar los centros de mesa. Cogemos un bol de plástico y vamos pegando las hojas, forrándolo a nuestro gusto. Con pintura plateada o dorada darás un toque diferente y elegante en las próximas fiestas.
Abono natural
Las hojas son el mejor abono natural para nuestro jardín. Podemos optar por reciclarlas y hacer compostaje. Se pueden colocar en capas de 10 centímetros y con el agua se irá creando un humus muy rico que da fertilidad al suelo.
Manualidades
Para los peques de la casa el otoño es la época de las manualidades, porque ya anochece cada vez más temprano y es una buena manera de que aprendan a reciclar lo que se desprende de los árboles. Con hojas, corteza o piñas podemos hacer diferentes tipos de collages otoñales.
Sobre la quema de las hojas
En los últimos años se comenzó a tomar una mayor conciencia acerca de cuidado del medio ambiente por lo que se espera que esta práctica tan contaminante haya perdido terreno.
Lamentablemente, aún se ven en esta época del año pilas de hojas secas humeando por efecto del fuego que prendió alguna persona en su afán de ver todo limpio. Es que la quema de materia orgánica produce dioxinas y furanos, sustancias muy peligrosas para la salud de las personas, principalmente para los niños.
El objetivo es prevenir incendios, daños ambientales y riesgos para la salud de la población. Cada quema debe contemplar parámetros climáticos, regionales, de preservación del suelo, flora y fauna, así como requisitos técnicos para prevenir la propagación del fuego.
De la Redacción de AIM