Mauricio Macri llegó esta madrugada desde Zürich, la última escala de su gira internacional, y luego de descansar en la Residencia de Olivos, se dirigirá a la Casa Rosada para participar de la primera reunión de Gabinete donde el tema casi excluyente será el histórico acuerdo Mercosur-Unión Europea.
Está prevista la presencia de Jorge Faurie, el emocionado canciller que fue el primer director de Mercosur del Palacio San Martín.
La expectativa es que, después de Gabinete, Faurie y el ministro de la Producción y el Trabajo, Dante Sica, brinden una conferencia de prensa para dar detalles del acuerdo. Hasta se especuló con que el propio presidente se dirija ante la opinión pública para darle relevancia al esfuerzo realizado bajo su liderazgo, tal como se lo reconocieron otros líderes europeos, entre ellos el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. Sin embargo, nada se pudo confirmar al respecto.
Las redes sociales de Macri estuvieron muy activas desde Osaka, Japón, mostrando el backstage del G20, instantes privados perfectamente editados para demostrar la familiaridad de Macri con Donald Trump, Angela Merkel, Emmanuel Macron, Sebastián Piñera y el mencionado Sánchez, con los que mantiene un trato habitual vía Whastapp.
Eufórica fue la postura que expresó el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien en su cuenta de Twitter expresó: "Celebramos el acuerdo comercial alcanzado por la UE y el Mercosur, organismo que tiene a Bolivia como miembro en proceso de adhesión. Es importante trabajar juntos en complementariedad y solidaridad en beneficio de nuestros pueblos".
Muy lejos de ambos dirigentes de la izquierda latinoamericana, Alberto Fernández, Máximo Kirchner, el presidente del PJ José Luis Gioja, y el secretario general de Smata, Ricardo Pignanelli, hablaron de "avivada de los europeos", "una pelea de Goliat contra Pulgarcito", "un acuerdo firmado de rodillas", y otros comentarios del estilo, que demuestran que la campaña presidencial del 2019 transitará también por esta grieta.