Personal especializado trabajó para erradicar los casos de Huanglongbing (HLB) detectados en una quinta abandonada sobre la ruta provincial 2, a pocos kilómetros de la localidad de Santa Ana, en el departamento Federación. Fue la primera experiencia de estas características, informó hoy la Federación del Citrus entrerriana (Fecier).
El HLB, causada por la bacteria Candidatus liberibacter, es considerada la enfermedad más destructiva de los cítricos ya que transforma la fruta en amarga y deforme y no existe cura.
El trabajo, con consentimiento previo del ex productor dueño de la propiedad improductiva, fue realizado entre personal del Municipio, la Asociación de Citricultores local, la Fecier y el Ente Fitosanitario.
"El ex productor entendió el mensaje de la gravedad del HLB y también lo nocivo que es una quinta abandonada para la citricultura", explicaron desde la Fecier, y advirtieron que se buscó "prevenir el avance de esta epidemia en Santa Ana, la región y la provincia".
El coordinador del Ente Fitosanitario de ese organismo, Juan Verliac, recordó que la discusión sobre el HLB comenzó "en 2010", cuando también se planteó que "iba a haber un momento en el cual las quintas abandonadas serían un problema fitosanitario grave".
Explicó que actualmente "se está en una de las etapas duras", aunque remarcó que trabajan para generar "distintas herramientas financieras, como un crédito para poder hacer el mismo trabajo que se hizo" en la quinta abandonada.
Por su parte, el intendente de Santa Ana, Rogelio Zanandrea, dijo que la localidad "es una de las pioneras en la lucha contra esta enfermedad" del citrus, ya que la citricultura abarca el 80% de la actividad económica local.
Por último, el presidente de la Asociación de Citricultores local, Mario Toler, manifestó que se está "en un momento muy delicado" y pidió "tomar conciencia de que el HLB es una enfermedad muy grave".
Para erradicar la enfermedad, cada monitoreador tiene su equipo con un GPS, un aspirador de diaphorina, tubos de guardado para insectos y ninfas y alcohol al 70%.
La ninfa es de coloración variada que va desde el amarillo, naranja al marrón, con un cuerpo aplanado ovoide con ojos rojos y antenas negras y alas en desarrollo; crece en cinco estadíos y mide de 0,25 a 1,7 milímetros en su última fase.
En Entre Ríos existen alrededor de 1.900 productores citrícolas que cultivan unas 36.387 hectáreas, y comercializan anualmente cerca de 740.000 toneladas.
La producción citrícola es considerada el principal motor económico del noreste entrerriano, con más de 25.000 empleos directos, según datos oficiales.