Paraná, 9 de diciembre (AIM)–. Los pronósticos para este viernes anticipan una alta sensación térmica, por lo cual alertan sobre los golpes de calor. Las autoridades han elevado a la condición de amarilla el alerta para la región, antes que se desaten las tormentas, según el reporte del Departamento de Meteorología provincial al que accedió AIM. Por las altas temperaturas se apuntó a que es necesario ingerir líquidos de manera continua, permanecer en lugares ventilados y frescos y evitar la exposición al sol. Asimismo, se debe prestar atención a los más pequeños y a las personas mayores.
Para este viernes se proyecta un aumento de la nubosidad de forma paulatina, en una jornada marcada por las características de “muy caluroso a sofocante con probabilidad de golpe de calor, principalmente sobre el Oeste y Norte provincial”, se anunció desde Defensa Civil de Entre Ríos en un informe girado a esta Agencia. Con esa condición de “baja presión”, se espera un escenario de alta inestabilidad. A la noche, se aguara “abundante nubosidad; desmejorando nuevamente pero en todo el ejido provincial con tormentas de variada intensidad y ráfagas de viento”. Lo notorio de la jornada serán las temperaturas máximas que fueron recalculadas para ubicarse entre los 40º y 43° C. / con una sensación térmica extrema de entre 43º a 46° C, “mayores sobre el Noroeste de la provincia”.
CONSEJOS
Atendiendo al aumento de las temperaturas, el Ministerio de Salud de Entre Ríos brinda una serie de recomendaciones para prevenir malestares por el calor. En este sentido, se aconseja como principales medidas mantener una hidratación adecuada con agua segura (aún sin sed); e ingerir comidas frescas, sobre todo frutas y verduras.
En segundo lugar, y no menos importante, se recomienda el uso de protectores solares, ropa de tejido liviano y colores claros y evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16. En cuanto al deporte, lo aconsejable es no realizar actividad física intensa en la misma franja horaria.
Por otro lado, es importante que tanto los bebés como los adultos mayores, mantengan ciertos cuidados durante esta época. En el caso de los más pequeños se sugiere proveer la lactancia a demanda y asegurar la permanencia en lugares ventilados y frescos (con ventilador o aire acondicionado). También controlar que la piel no se irrite por el sudor en las áreas del cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal.
En tanto que, los adultos mayores, deben hidratarse constantemente e ingerir fundamentalmente frutas y verduras. Asimismo, deben permanecer en lugares frescos con vestimenta holgada y evitar los horarios en donde el sol está más intenso.
Finalmente, la alerta por altas temperaturas aumenta el riesgo de padecer golpe de calor, lo que implica un calentamiento del cuerpo y puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. Los signos de alarma de este trastorno pueden ser: sed intensa y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, piel enrojecida y caliente, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, entre otros. Ante estos signos, se debe trasladar a la persona afectada al hospital o centro de salud más cercano.
Otros cuidados a tener en cuenta
Durante esta temporada se aconseja conservar en la heladera aquellos alimentos que puedan echarse a perder debido a las altas temperaturas. En este punto, es importante verificar el buen funcionamiento del refrigerador y que los alimentos no pierdan la cadena de frío. Asimismo, aquellos alimentos que pueden permanecer fuera de la heladera, deben estar resguardados en lugares limpios y frescos.
Por otro lado, es necesario desechar los alimentos perecederos (incluidos la carne, el pollo, el pescado, los huevos y las sobras) que hayan estado por dos horas o más fuera del frío. Se debe proceder de igual forma con todos los comestibles enlatados cuyos envases estén abiertos, dañados o inflados.
Y, el agua para el consumo siempre debe ser segura y estar en la heladera, correctamente envasada en botellas o bidones limpios y cerrados, alejada de fuentes de calor.