El Sindicato que nuclea a los trabajadores del Subte aseguró que al menos tres empleados dieron positivo a engrosamiento de pleura, un mal pulmonar que surge por la exposición al material. Además, denuncian que las nuevas medidas anunciadas por Metrovías para hacer un retiro seguro de las piezas contaminadas no se están haciendo. La dirigencia insiste que casi todas las formaciones del subte porteño tienen piezas con asbesto, registró AIM.
En julio de este año, la empresa Metrovías terminó la presencia de asbesto en una segunda flota de trenes del subte de la Línea B, como venían denunciando los metrodelegdos. Ante esto, se comenzaron a remover las piezas de varios vagones, y se iniciaron estudios médicos de todos los trabajadores que estuvieron en contacto con el material cancerígeno. En estos días, el gremio confirmó que algunos empleados dieron positivo para patologías vinculadas con este producto, prohibido desde el 2001 en el país.
Esto confirmo los reclamos de la dirigencia sindical, que insiste en la necesidad de un programa integral para retirar todo este material de las formaciones. Hace unos días, la empresa anunció una serie de medidas para proteger a los empleados y los pasajeros, pero hasta el momento no se pusieron en marcha.
“La salud es un tema muy crítico y delicado, que amerita estar a la altura de las circunstancias”, sostuvieron desde la Secretaría de salud Laboral del sindicato. En España, se acusó formalmente ante la justicia a directivos del metro por la muerte de trabajadores producto del contacto del asbesto.
Los estudios a trabajadores se realizaron luego de las denuncias de la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (Agtsyp), que detectó por la causa abierta en España la presencia de asbesto en las formaciones CAF-5000 compradas al metro de ese país cuando Mauricio Macri era jefe de Gobierno porteño.
A partir de esto comenzaron los reclamos para que se saquen de servicio, y se analicen el resto de las formaciones. Por eso, en la actualidad los vagones están en talleres, lo mismo que los Mitsubishi, que en mayo de este año se determinó que también tienen piezas con el material. "A partir de esto, se iniciaron estudios para determinar si los trabajadores estaban afectados. Los mismos se hicieron en el Hospital Británico, y los resultados generaron alarma. Lamentablemente hasta ahora dieron cinco casos de patologías con base en el asbesto, y hay varios casos más que se están analizando”, le confirmo a Gestión Sindical Francisco Ledesma, secretario de Salud Laboral del gremio.
Al menos tres de los empleados tienen engrosamiento de pleura, un mal que suele generarse por estar en contacto con el polvo de asbesto. Según la Asociación de Afectados por Amianto de España establece que “el engrosamiento pleural de zonas focales son por tejidos fibrosos, dentro de los cuales pueden observarse fibras de amianto mediante el microscopio electrónico”. En general, se agregó, “las placas no producen dificultades respiratorias” pero son una prueba de la exposición al amianto.
Ante esta nueva evidencia de los problemas que el material está generando en el subte porteño, la empresa Metrovías decidió tomar algunas medidas.
Mediante un documento, al que tuvo acceso AIM, le anunció a la firma estatal Sbase la realización de varias tareas para en el marco del Programa de Gestión de Asbesto. Entre ellas, el texto, al que tuvo acceso Gestión Sindical, establece el lavado de ropa de trabajo del personal de los talleres Rancagua y Villa Urquiza, la construcción de cuartos técnicos para el aspirado y depósito de las piezas contaminadas, cuartos técnicos para los períodos de transición y un registro de Agentes de Riesgo del personal”.
Todas estas medidas buscan realizar el reemplazo de las piezas que los estudios demostraron que están contaminadas d manera segura para el personal. Pero hasta el momento estas medidas no fueron llevadas a la práctica. “Lo que se anunció hasta el día de hoy no lo cumplió, no se presentó un plan oficial para el retiro del asbesto, tampoco se ocuparon de lavar la ropa de los trabajadores o de poner los lockers en los talleres para que se retiren para llevarlos al lavadero industrial”, denunció Ledesma. Además, sostuvo que en este tiempo se encontró que “en el techo de las cabinas hay asbesto azul, que dentro de la variedad es el más peligroso, sobre todo cuando se descompone en polvillo”.
Los trabajadores de los talleres de la Línea B vienen realizando retención de tareas, para denunciar la falta de compromiso de la empresa y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el retiro del asbesto o amianto.
Estas retenciones hicieron que muchas formaciones queden fuera de servicio, ya que no son reparadas por falta de condiciones de salubridad. Esto dejó a la línea cerca del colapso, ya que cuando llegan a estar fuera de servicio 15 de las 27 formaciones disponibles no hay lugares donde ubicar los trenes, colapsando el sistema, cosa que se mantiene hoy en día. Las denuncias comenzaron el año pasado, y se volvieron eje del trabajo de los metrodelegados, que trabajan en la necesidad de sacar todo el asbesto que hay en las líneas de subte.
En este punto, Ledesma viajó recientemente varias ciudades de Europa para conocer como se hizo estas tareas en metros como el de Londres o el de Barcelona. “El viaje nos brindó información de cómo se trabaja, las prevenciones de que toman los sindicatos y los trabajadores en materia de asbesto”, contó Ledesma, que remarcó que a diferencia de la Argentina “en el resto del mundo los subtes están bajo control estatal, acá es el único país que hace 25 años que están privatizados”.
En el país, desde 2001, está prohibido el asbesto y el amianto, tanto cortar, amolar o trabajar el material. “La verdad que ver de primera mano como otras empresas trabajan en otros metros del mundo sirve para pisar sobre firma, nos sirve cortar y pegar experiencias”, agregó el dirigente sindical.
En tanto, en medio de esta pelea, se conoció una noticia en España que generó expectativa. En ese país, siete directivos del Metro de Madrid fueron acusados ante la justicia por la muerte de dos empleados y la enfermedad contraída por otros dos debido al contacto con la sustancia cancerígena.
La Fiscalía de Madrid realizó la imputación por “falta de prevención y de salud pública”, porque los trabajadores cumplían sus funciones en los vagones CAF-5000, los mismos que se vendieron al país. Además, en Buenos Aires se detectaron piezas con asbesto en los tres Mitsubishi, de color rojo, que todavía circulan por la Línea B.
“La salud es un tema muy crítico y delicado, que amerita estar a la altura de las circunstancias buscando soluciones que se ajusten al subte de Buenos Aires”, insistió Ledesma, que subrayó que según su análisis “la mayoría de la flota tiene asbesto”. “Además, terminaron su vida útil hace tiempo, según los fabricantes, por lo que el estado de las piezas no se encuentra en estado de descomposición”, alertó el dirigente sindical.
Con información de Gestión Sindical