Un equipo de astrónomos, liderado por un grupo del Instituto Max Planck de Astronomía de Heidelberg, en Alemania, captó la primera imagen de un planeta joven, llamado PDS 70b, formado alrededor del disco de gas y polvo de una estrella.
El hallazgo, publicado en la revista Astronomy & Astrophysics y realizado con el telescopio de largo alcance (VLT) del Observatorio Austral Europeo (ESO), logró plasmar el planeta hendiendo un camino a través del material que rodea a la estrella, y a partir del cual suelen formarse este tipo de astros.
La detección fue posible gracias al instrumento Sphere instalado en el VLT, uno de los instrumentos de búsqueda de planetas más potentes del momento, que sirve para estudiar este tipo de cuerpos celestes mediante una técnica conocida como imagen de alto contraste.
Este método, junto con la ayuda de un cronógrafo - una máscara que bloquea la luz cegadora de la estrella central y permite detectar objetos planetarios alrededor - facilitó la captación y medición del brillo del planeta, lo que a su vez permitió conocer mejor sus propiedades atmosféricas.
La imagen resultante refleja un punto brillante a la derecha de un centro oscuro -consecuencia del uso del cronógrafo-, situado aproximadamente a 3.000 millones de kilómetros de la estrella central, una distancia equivalente a la que hay entre Urano y el sol.
El análisis muestra además que el PDS 70b es un planeta gigante formado por gas con una masa unas cuantas veces la de Júpiter y una temperatura en la superficie de alrededor de 1000 grados centígrados, mucho más caliente que la de cualquier planeta del Sistema Solar.
"Después de más de una década de enormes esfuerzo para construir esta máquina de alta tecnología, ¡ahora Sphere nos permite recoger lo sembrado con el descubrimiento de planetas bebé!", recordó Thomas Henning, director del Instituto Max Planck de Astronomía y líder de los equipos.
Para Miriam Keppler, la líder del equipo tras el descubrimiento, pese a que los discos de las estrellas jóvenes eran los lugares en los que nacen los planetas, "hasta ahora solo un puñado de observaciones han detectado indicios de planetas bebé en ellos".
"Necesitábamos observar un planeta en el disco de una estrella joven para comprender realmente los procesos de formación planetaria", comentó otro de los autores, André Müller.
El descubrimiento ya ha permitido profundizar a partir de las observaciones iniciales, hasta el punto de obtener un espectro del planeta, que permitió concluir que su atmósfera era turbia.
Con los resultados obtenidos y el análisis de las propiedades atmosféricas y físicas del planeta, los astrónomos podrán avanzar en las explicaciones teóricas sobre el fenómeno de la formación planetaria en el espacio.
Fuente: EFE