Hoy volvieron las heladas a Entre Ríos. Estos fríos intensos pueden tener consecuencias devastadoras sobre las plantas de exterior, tanto si se cultivan en maceta como en el suelo del jardín. Las personas también son blanco fácil ya que con el frío pueden enfermarse. Pero existen maneras de proteger o, al menos, paliar los efectos de las bajas temperaturas. En la nota de AIM, algunas ideas para tener en cuenta, no perder la salud, ni el jardín.[{adj:50955 alignright}]
El frente frío que llegó a la zona central del país y se hizo notar esta madrugada en Entre Ríos, con temperaturas inferiores a cinco grados y sensaciones térmicas bajo cero, sobre todo en el sur de la provincia.
El Servicio Meteorológico Nacional informó que a las 5 de este martes, en Victoria se registraban 0,8 grados y una sensación térmica de -2,1 grados. En Paraná, a esa misma hora había 4,6 grados y una térmica de 2 grados, producto del viento sur que soplaba a 11 kilómetros por hora y una hora más tarde, en la capital entrerriana la marca descendía a 3,8 grados y cero de sensación térmica.
En la Ciudad de las Siete Colinas, se registraban 0,1 y -3,8 grados, respectivamente.
No obstante, para hoy se aguarda una jornada soleada. A la tarde estaría algo más agradable, pese a que la máxima prevista es de 12 grados.
En tanto, este el miércoles se espera que se intensifiquen las heladas. La circulación de viento estará rotando del sector norte desde mediados de la semana, lo que provocará que las temperaturas aumentan de manera gradual sobre la región central y norte del país. El ingreso de aire húmedo, con el aire frío circundante, será favorable para el desarrollo de nubosidad.
Cuidados ante las heladas
Esta nota ofrece algunas de las principales técnicas para evitar que las plantas resulten perjudicadas o incluso mueran a causa de los fríos intensos, como recubrirlas con plástico, reducir el riego, agrupar los ejemplares para crear microclimas y colocar un acolchado en el suelo del jardín.
Protección para que las plantas resistan el frío
Los fríos invernales, sobre todo cuando las temperaturas descienden a menos de cero grados, afectan y pueden causar la muerte a las plantas. Pero no solo deterioran a los seres vivos, sino que también pueden romper las macetas y tiestos. Esto se debe a que, al congelarse, el agua retenida en los recipientes expande su tamaño. Para evitar estas consecuencias negativas durante la época más fría del año, conviene tener presentes algunas recomendaciones, como las que se enumeran a continuación.
Recubrir las macetas. Siempre que sea posible, las plantas y los arbustos ubicados en tiestos se deben guardar bajo cubierto durante las noches de invierno, sobre todo en las regiones más frías. Pero, además, hay que proteger las macetas. La mejor forma de hacerlo es recubrirlas con plástico de burbujas, el mismo que se emplea para embalar objetos frágiles cuando se realiza una mudanza. Este material combina la capacidad aislante del propio plástico con la presencia de cápsulas de aire que acentúan su efecto. Si no se cuenta con plástico de burbujas, se pueden utilizar otros materiales, como tela arpillera o de alfombras viejas, cartones, papel de periódico, etc. También se puede colocar el tiesto dentro de un recipiente más grande, del mismo material o de otro como mimbre, y poner paja en el espacio que queda entre ambos. Lo importante es tratar de aislar su superficie y procurar que no quede descubierta, en particular si son de barro, cerámica o terracota, elementos de mayor fragilidad ante las temperaturas extremas.
El material más idóneo para recubrir y proteger plantas y macetas es el plástico de burbujas.
Reducir el riego. Uno de los principales problemas generados como consecuencia del frío es el congelamiento del agua presente en el sustrato de la planta. Debido a ese motivo, y a que las necesidades de humedad de las plantas en esta época es mucho menor, es importante reducir la cantidad de riego y, además, garantizar que el suelo tenga un buen drenaje.
Cubrir las plantas. La mejor manera de cubrir las plantas es, también, con plástico de burbujas o, en su defecto, con plástico transparente normal. De este modo, no se impide por completo el paso de la luz y, a su vez, se evita que el aire frío entre en contacto directo con el ejemplar. Es importante, por supuesto, retirar el cobertor durante el día, para que la planta no se asfixie. El plástico no debe apoyarse directamente sobre las hojas o tallos, que se aplastarían y resultarían perjudicados: hay que colocar unos tutores o estacas altos que lo sostengan, como si se montara una tienda de campaña o una carpa de circo. En ciertos casos, se podrían emplear sillas o caballetes para cumplir esa misma función.
Agrupar los ejemplares. Si en general conviene reunir las plantas para crear microclimas de buena temperatura y humedad, mucho más aún en invierno, cuando las temperaturas les pueden causar mayor sufrimiento y estrés. Si es posible, se deben agrupar junto a una pared, para que estén más resguardadas, y mucho mejor aún si pueden estar orientadas hacia el sur, donde los fríos han de ser menos intensos. Por otra parte, al colocar varios ejemplares juntos y cerca de una pared, resulta más sencillo protegerlos en mini-invernaderos.
Prevenir posibles caídas. Además del frío, otro factor de riesgo durante el invierno son los fuertes vientos. Además del daño que de por sí las corrientes de aire ocasionan en las plantas, el viento invernal puede tirar un tiesto y hacer que se rompa, que se derrame el sustrato o que la planta se deteriore. Con tal finalidad, además de recursos como poner la maceta en otra más grande o junto a una pared, también es efectivo colocar piedras u otros objetos pesados sobre el sustrato, para dar al conjunto mayor estabilidad.
Colocar un acolchado. Cuando son ejemplares que se hallan en el suelo del jardín, la mejor prevención es elegir especies capaces de soportar los niveles de frío de la zona. Además de eso, se recomienda instalar en el suelo un buen acolchado, de corteza de pino, paja, hojas secas u otros elementos (no solo naturales: existen compuestos artificiales preparados de manera específica para este fin). El acolchado genera una barrera protectora para el suelo, que produce un efecto aislante con respecto a la temperatura del aire de la superficie.
Mantener el cuerpo caliente
– Infórmate a través de los medios de comunicación del pronóstico del tiempo y en la Oficina de Defensa Civil de tu zona de los planes de operaciones de emergencia en caso de heladas.
– Evita salir a la calle si hace mucho frío. Por eso siempre es bueno tener reserva de comida y bebida.
– Elegir alguna forma de calefacción. Que sea segura para evitar accidentes en las casas. Existe además el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono por combustión en el interior del hogar, por lo que se aconseja no instalar calefones en los baños, revisar las salidas al exterior de calefones y estufas y que dicho trabajo lo haga un gasista matriculado y no usar braseros para calefaccionarse además de garantizar siempre la ventilación de los ambientes.
– Ten disponible para salir ropa de abrigo como bufandas, ponchos, guantes, gorros y otras prendas para protegerte del frío.
– Informa a las autoridades sobre la ubicación de personas vulnerables como indigentes, ancianos, enfermos, discapacitados, etc.
– No dejes a los animales a la intemperie.
– Si alguien es afectado por las bajas temperaturas, deberá generar más calor en su cuerpo, beber líquidos calientes y solicitar atención médica si el malestar persiste.
– Evita el cambio brusco de temperatura. Cúbrete la cabeza, el rostro y la boca para evitar el ingreso de aire frío a los pulmones. Usa varias frazadas para dormir.
– Consume azúcar, grasas, papa, maca y otros productos propios de la zona con alta caloría y carbohidratos, para incrementar la capacidad de resistencia al frío.
– Al dormir no dejes encendidas velas o lámparas.
– Mantener y reforzar los hábitos de higiene. En invierno, los virus que causan los resfríos y la gripe circulan con mayor frecuencia y la tasa de contagio aumenta por el hecho de estar en ambientes cerrados y mal ventilados. Para ello, lavarse las manos sigue siendo una de las mejores formas de evitar el contagio. Además, es recomendable taparse la boca o cubrirse con el brazo al momento de estornudar o toser para evitar la propagación de los gérmenes. Asimismo, hay que evitar tocarse los ojos, la boca y nariz ya que de este modo es como se propagan los virus presentes en sus manos.