A menudo me encuentro con gente que tiene niveles de colesterol elevados y que buscan una salvación en la farmacia. No digo que eso sea mala idea…y de hecho tenemos varias opciones para poder hacer bajar el colesterol de forma natural, pero no se puede lograr si la persona no hace a su vez un cambio en la dieta. Por no hablar de dejar de fumar y de apuntarse “al club” de los que hacen un poco de deporte al día (por ejemplo, salir a dar una caminata 30 minutos al día y subir las escaleras en lugar de ir en ascensor).[{adj:6609 alignright}]
Los milagros no existen. Al menos no en medicina, así que si queremos tener resultados óptimos y duraderos tendremos que cambiar de hábitos de vida sí o sí. Seguir una dieta sana y equilibrada, dejar los cigarrillos a un lado y la práctica de actividad física regular, debe considerarse como la droga del día a día que necesitaremos a partir de ahora.
Al principio cuesta, pero luego pedirás más
Si no se hace así, primero no lograremos nuestro objetivo de reducir los niveles de colesterol, y segundo acabaremos por tener que tomar medicamentos para el colesterol por culpa de ser tozudos y no querer hacer las cosas bien. Mirad, lo digo muchas veces pero para que quede claro, el cuerpo se acostumbra a casi todo, si dejamos de darle sal al cabo de un tiempo cuando comamos algo salado lo rechazaremos, lo mismo con el azúcar o con las grasa. Ah, y a parte de la medicación que nos del médico también tendremos que seguir una dieta así que, ¿porqué no empezar a hacerlo bien y evitar tener que llegar a necesitar pastillas?
Veamos en este vídeo qué dieta deberíamos seguir para reducir el colesterol. Juana María Gónzalez, nutricionista y directora de Alimenta, nos lo cuentan.
Dentro de los productos o componentes que pueden ayudarnos a mejorar los niveles de colesterol antes de pasar a la medicación encontramos los siguientes:
- Berberis Aristata
Es una planta medicinal que pertenece a la familia Berberidaceae. Se usa desde hace tiempo en el campo de la medicina tradicional, y a día de hoy ha sido objeto de muchos estudios que verifican su acción beneficiosa frente el colesterol. De hecho hay varias revistas científicas que han dedicado largos reportajes sobre esta planta exponiendo estudios de distintas universidades.
Una de las cosas que destacan en estos estudios es la presencia de Barberina, la sustancia activa (BBR), que está presente sobre todo en las raíces. Puede reducir el colesterol LDL (el malo) y aumentar el HDL (el bueno). Además, también contrarresta los valores anormales de glucosa en sangre debido a la ingesta excesiva de alimentos. Así que se podría decir que es un 2 en 1 de esos tan buenos, ya que son los dos trastornos de síndrome metabólico que más afectan en nuestro país.
- Omega 3
En este punto hay controversia. Muchas veces se usa el Omega 3 para reducir el colesterol, o se dice que lo baja, pero no es cierto. Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 reducen los niveles de triglicéridos. Por lo tanto, sí tienen una acción antitrombótica importante. Los altos niveles de triglicéridos en la sangre reducen el proceso de fibrinólisis, que es la razón por la que la hipertrigliceridemia se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Si queréis saber más sobre la fibrinólisis os aconsejo pasar por el portal Neurowikia. Todo esto explica por qué cada día, los médicos y los nutricionistas hacen hincapié en la importancia de un consumo regular de alimentos ricos en omega-3 (pescado y linaza), con el fin de llevar un control sobre los niveles sanguíneos de triglicéridos, y reducir así el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los estudios realizados hasta el momento evidencian su acción para reducir los triglicéridos pero que no tienen ningún efecto sobre el colesterol.
- Arroz rojo fermentado con Monascus Purpureus
Este nombre tan raro no es más que un tipo de arroz fermentado por una levadura, la cual recibe el nombre de Monascus purpureus, y que de hecho le confiere el color rojizo característico de este arroz. Y de ahí su nombre, arroz rojo. ¿Originales, eh? Bueno, al menos el nombre de arroz rojo es más fácil de recordar para la gente, no seamos tan tiquismiquis.
¿Qué tiene de especial este arroz? Que es rico en “monacolinas”, sobre todo la “monacolina K” o “Mevinolina o Lovastatina”. Lovastatina ya os suena más a “medicamento para colesterol”, ¿verdad? Pues bien, está científicamente comprobado que estas sustancias realmente son capaces de reducir de forma natural los niveles de colesterol y las lipoproteínas “malas” en sangre. Devolviendo los niveles fisiológicos tanto de colesterol como de lipoptroeínas. Eso sí, también se debe ir con precaución porque tiene efectos adversos que afectan al hígado o incluso miopatía.
- Granada (Punica Granatum)
A parte de estar deliciosa, esta es una de las frutas que más me gustan, nos aporta grandes beneficios para la salud. Entre ellas, y que son las que nos pueden servir hoy para este post, cabe destacar su presencia en sustancias polifenólicas (ácido elágico), que tienen un efecto reductor en cuanto la aterosclerosis y por consiguiente, en los trastornos circulatorios que se asocian a la formación de ateromas.
A parte, la granada tiene actividad antioxidante que ayuda en la reducción del estrés oxidativo transmitidas por las células del cuerpo. Esto confirma que la ingesta diaria de preparados a base de granada proporcionan un efecto adyuvante del riesgo del sistemas cardiovascular. Eso sí, no vale cualquier producto, debe contener el 20% de extracto de ácido elágico. Ya sea en forma de polvo, jugo suplementos.
- Vid roja (Vitis vinifera)
En la fitoterapia moderna, se utilizan sobre todo las hojas de la planta. En particular las hojas rojas de otoño, de las cuales se extraen los principios que le aportan esa fuerte acción antioxidante. Me refiero a los bioflavonoides; polifenoles; proantocianidinas oligoméricas (OPC), principios a los que se les atribuyen los múltiples efectos beneficiosos de este extracto.
La vid roja tiene actividad vasoprotectora natural y fortalece la microcirculación gracias a la disminución de la permeabilidad capilar. Precisamente debido al alto poder antioxidante, se usa mucho para la protección de los vasos sanguíneos y la prevención de enfermedades del sistema cardiovascular, sobretodo la arteriosclerosis.
- Astaxantina
Ya os he hablado alguna vez de este carotenoide porque para mí, es uno de los más complejos del mercado. Es un pigmento que se produce a partir de algas y plancton que están en la base de la alimentación de los crustáceos, el salmón, la trucha… y es lo que da el color rosado y rojizo a estos y otros animales. En el uso de la medicina natural se utiliza la astaxantina que proviene del extracto seco de la microalga Haematococcus Pluvialis. Existen varios estudios que confirman la potente actividad antioxidante de este carotenoide.
De hecho, se considera que tiene un acción antioxidante mucho más alta que la de la vitamina E o el betacaroteno (todos pensaron en las zanahorias, imagino…). Y eso se traduce en que actúa contra el daño causado por la oxidación del organismo. La astaxantina es transportada en la sangre por las lipoproteínas VLDL, LDL y HDL. Un estudio clínico e in vitro demostró que la astaxantina era capaz de protegernos contra la oxidación del colesterol LDL, tras subministrar este carotenoide durante 2 semanas a una dosis de 3.6 mg/día. Mientras que las pruebas en animales también han evidenciado un aumento en el llamado colesterol “bueno”, es decir, el HDL. Aunque esta parte del estudio aún se debe ver comprobar si se da en humanos.
- Coenzima Q10 o ubiquinona
Representa un elemento fundamental para el funcionamiento correcto de la mitocondria, un orgánulo intracelular que actúa como centro de energía. Para que os hagáis una idea de la importancia de esta sustancia, os diré que está presente en cada célula de nuestro cuerpo. Se dice que tiene una distribución ubicua, de ahí el término ubiquinona (o vitamina Q).
La concentración de la coenzima Q10 tiende a disminuir con el envejecimiento; y existen ciertas patologías como las enfermedades crónicas que resultan de problemas cardíacos que también hacen reducir estos niveles de Q10. Al ser tan importante y estar presente en cada parte de nuestro cuerpo se han hecho muchos estudios sobre este coenzima. De estos estudios se deduce que los suplementos de coenzima Q10 ayudan en caso de tener la presión arterial alta. Los pacientes con hipertensión tienen menos Co Q10 de lo normal en su organismo y al tomarlo en forma de suplementos mejoran los niveles de esta coenzima y también reducen a tensión arterial.
Fuente: Salud Facilísimo
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