Más allá de la importancia de cuidarse con los protocolos establecidos, en medio de la pandemia de Covid-19 y de las restricciones sociales, hay que atender las emociones, ya que, aunque muchos no lo reconocen, son la verdadera clave de la salud y el bienestar. “Si no manejamos asertivamente las emociones, y las reprimimos, se irán intensificando al punto de generar cambios hormonales (desde la alteración del hipotálamo y la hipófisis, glándulas reguladoras de lo hormonal, por su hiperactivación), y también de la conducta”, afirmó a AIM la licenciada en Psicología Mariela Garabello.

En diálogo con esta Agencia, la profesional detalló que, cuando dejan de atenderse las emociones, “comienzan las adiciones, que pensamos que aliviarán nuestra incomodidad pero solo generan un problema paralelo e incluso mayor”.

Garabello ejemplificó: “se abandonan los hábitos saludables: comemos de más o de menos; nos euforizamos y queremos socializar al 150 por ciento, o nos aislamos; dejamos de hacer actividades; descargamos nuestra ira con quien no debemos; trabajamos en extremo, agotando nuestro cuerpo; o nos la pasamos tirados en el sillón, o durmiendo, aunque en muchas oportunidades no podemos conciliar el sueño”.

Hiperestrés
Esos ejemplos nos conducen aceleradamente al hiperestrés crónico, “muy insano, que lleva a la inmunosupresión. De ahí que nuestras emociones también pueden matarnos”, dijo Garabello.

La psicóloga instó a cuidarse, y explicó que “de nada sirve el encierro, y cumplir con los protocolos contra el Covid 19, si no manejamos asertivamente lo que nos hace sentir, sea por miedo, por dejar de hacer lo que hacíamos y no buscar alternativas, pero, en particular, por reprimir las emociones, que llevan a que luego se expresen de modo desmedido e insano”.

Relajación
Por eso aconsejó realizar al menos una relajación diaria de al menos, 15 minutos, ya que “se ha demostrado que disminuye el ácido láctico en sangre, estrechamente ligado a la aparición de la ansiedad, tan común en nuestros días”.