Una investigación reciente hace referencia a tres patologías crónicas que asolan al mundo moderno, más graves que cualquier otra. Hablan de una “sindemia global”.[{adj:37088 alignright}]
Siempre suele hablarse de los múltiples peligros a los que está expuesto la humanidad, que por lo general suelen pasar desapercibidos. Sin embargo, una investigación reciente hace referencia a tres patologías crónicas que asolan al mundo moderno, más graves que cualquier otra.
Ya son conocidas como “las tres pandemias mundiales”, según una investigación publicada por más de 40 expertos en la revista The Lancet. Estos tres graves problemas de salud ya están englobados, según el informe, en una “sindemia global”.
Se trata de la obesidad, la desnutrición y el cambio climático. A pesar de que algunos de los problemas parecen oponerse entre sí, son impulsados por el mismo sistema alimentario poco saludable que gobierna en el mundo occidental y en el tercer mundo.
En cuanto al cambio climático, aunque parece desligado de las otras dos pandemias, tiene un vínculo entre los alimentos que consume la humanidad, y las áreas de crecimiento de los mismos. El comité de expertos considera potenciales soluciones compartidas entre los tres peligros, buscando romper con la inercia política o la mala política de salud.
Una investigación iniciada por Swinburn y el investigador en prevención de la obesidad, William Dietz, de la Universidad de George Washington observó todos los factores que pudiesen afectar a la obesidad como pandemia global, aunque también detectaron que no podía aislarse sin tener encuentra otros graves problemas de salud.
La obesidad ha aumentado a lo largo de los años y los investigadores por eso hablan de “inercia política”, por la ausencia de cambios significativos, y una gran influencia de la industria alimentaria, la cual denominan Big Food.
El comité habla entonces con la visión de ver el problema “como un todo”, interconectado y respaldado por intereses económicos, y no como pandemias separadas. Estiman que en el año 2050 la población habrá crecido un 50 por ciento y la demanda de alimentos un 70 por ciento.
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