Bajo el lema 'Un mundo, un hogar, un corazón', se pretende concienciar a la población mundial sobre la importancia de prevenir las enfermedades cardiovasculares y seguir una actitud cardiosaludable como modo de vida y en el propio hogar, afirmó a AIM el médico especialista en Cardiología del Ejercicio Néstor Lódolo. “La tríada perfecta para mantener un corazón sano es realizar una alimentación saludable, no fumar y practicar actividad física regular”, aseveró. Las personas con hipertensión arterial y problemas de corazón tienen un mayor riesgo y pueden desarrollar formas más graves de Covid-19.

En diálogo con esta Agencia, el especialista recordó que el 29 de setiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, y aseguró que para que este órgano esté sano “es primordial cuidar los factores de riesgo, es decir, mantener el colesterol, la diabetes y la presión normal, restringir las grasas saturadas y trans, limitar la sal y el alcohol, no fumar, beber abundante agua y fundamentalmente, realizar actividad física”.

Para la salud cardiovascular “es prioritario tener peso corporal ideal adecuado, un modelo de actividad física y llevar acabo un régimen alimenticio balanceado, de acuerdo a los principios básicos, privilegiando la ingesta de frutas, verduras y cereales, y manteniendo lejos a las carnes, los embutidos y las frituras”.

Además, Lódolo destacó que “son importantes los controles con el médico de cabecera para recordar cuáles son los lineamientos específicos para mantener una buena calidad de vida y llegar sin problemas a lo que hoy es el promedio mundial, que son los 74 años”.


Predisposición
No obstante, el profesional explicó que algunas personas tienen predisposición para padecer algunas enfermedades coronarias, como por ejemplo, cardiopatía isquémica. “Cuando los antecedentes familiares son importantes y el padre o la madre tuvo un problema coronario antes de los 55 años, es un antecedente importante como factor de riesgo”.

Pero también destacó que “la tríada perfecta para mantener un corazón sano es realizar una alimentación saludable, no fumar y practicar actividad física regular.

De todas maneras, Lódolo indicó que la actividad física debe ser controlada, sobre todo en personas de más de 40 años. “No se recomienda hacer actividad física sin ningún tipo de control previo, siempre hay que hacer un examen clínico, cardiovascular, realizar un test de esfuerzo –ergometria- para ver qué pasa con el corazón y la presión durante esa prueba. Si está todo en condiciones, en base a eso se puede hacer actividad física”.


El ambiente en que se vive, la alimentación, los hábitos tóxicos y el estrés facilitan que los genes expresen la herencia. Pero en los niños y jóvenes, el problema existe agravado por las pautas culturales reinantes, la alimentación rica en grasa y sal, exceso de bebidas azucaradas y mínimo ejercicio físico. “No se le da importancia a la dieta de los chicos, que consumen grasas, productos industrializados que tienen grasas trans –altamente tóxicas- Toda la dieta incide y hoy se pueden ver cardiopatías isquémicas y anginas de pecho en personas muy jóvenes. Muchas de esas patologías son producto de la alimentación en la primera infancia. Por ejemplo, la arteroesclerosis –depósito de colesterol en las arterias- no comienza en la edad adulta sino que los chicos la padecen, aunque en forma solapada y no clínica”, aseveró Lódolo.

Además agregó que “las enfermedades cardiovasculares afectan tanto a las mujeres como a los varones. El uso prolongado de anticonceptivos, el abuso de alcohol y tabaco desde la adolescencia, logran neutralizar el efecto `protector´ de los estrógenos, sumado al aumento de la incidencia de menopausia precoz por el estrés y el síndrome de fatiga crónica”.

Las mujeres mueren más por enfermedades cardiovasculares que por cánceres ginecológicos. El profesional explicó que si bien la mujer pre-menopáusica está resguardada por el sistema hormonal, el cambio de hábito y el estrés han hecho que esta enfermedad –en principio asociada con los hombres- “haya aumentado la estadística en el sexo femenino”.

Recomendaciones para un corazón sano
* Mantener una alimentación rica en frutas y verduras, pescado, aceite de oliva, semillas y frutos secos
* Restringir las harinas refinadas, azucares simples, grasas saturadas y trans
* Limitar la sal y el alcohol
* No fumar
* Mantener el normopeso
* Beber abundante agua
* Ejercitar su cuerpo a diario, caminar, bailar
* Dormir lo necesario
* Encontrar algo que lo haga feliz

Mejor prevenir
Lódolo señaló que “lo fundamental es que la gente piense que son todas enfermedades evitables. La enfermedad coronaria –que es la más frecuente- tiene factores de riesgo que pueden ser modificables o inmodificables. Éstos últimos son los factores genéticos, pero hay muchos modificables sobre los cuales hay que concientizar: la buena alimentación para tener un corazón sano, controlar la diabetes, no estar hipertenso, actividad física y no fumar”.
De la Redacción de AIM.